Ötzi Peak 3251m: Alcanzando la cima

Donde una gota de lluvia comienza su largo viaje hacia el mar, aparecen nuevas perspectivas: en la nueva plataforma de observación en el glaciar del valle de Schnals, la mente se refresca con las vistas abiertas.

Se trata del nuevo proyecto de noa* network of architecture, un equipo de arquitectos y diseñadores dirigido por Lukas Rungger y Stefan Rier con sede en Bolzano (Italia) y Berlín (Alemania), que explora y examina métodos interdisciplinarios de diseño.

Justo en la cima del valle de Schnals, en la provincia autónoma del Tirol del Sur, Italia, donde el impresionante paisaje alpino se eleva por encima del embalse, y Austria está a la vuelta de la esquina. En esta ubicación geográfica única, el destino decide si una gota de agua glaciar se abrirá paso hacia el Mediterráneo o el Mar Negro.

HACIA EL PICO

El Glacier Hotel Grawand se encuentra en lo más alto de esta intersección alpina única que, en más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, es uno de los pocos hoteles en Europa ubicado en
altitud. La cima está a unos 50 metros. La impresionante vista del paisaje de los picos nevados hace que el tiempo se detenga. Caminantes y esquiadores visitan la cima para experimentar la naturaleza en su máxima expresión: accidentada, pedregosa, con viento y clima puro.

TRAILBLAZERS REALES

Con el fin de permitir a los visitantes que planeen una estadía más prolongada, para aprovechar el día en la montaña y experimentar la historia de este país de las maravillas alpinas, noa * diseñó una estructura arquitectónica.

Se desarrolló una plataforma de observación basada en una estructura ligera hecha de acero, dando un toque moderno que también se mimetiza con el paisaje. El diseño incorpora lo preexistente cruz de la cumbre, y la plataforma sólo toca el suelo donde hay una estática
necesidad: crear una construcción separada, casi flotante,que le permite convertirse en uno
con las montañas y respirar la libertad.

NUEVAS PERSPECTIVAS

La plataforma sigue la topografía natural con una cuadrícula de meseta colocada sobre travesaños que se envuelven en laminillas verticales de acero. Los elementos verticales trazan estas suaves curvas en su secuencia. Esto crea un efecto mágico: una apertura y cierre de vistas que sigue el movimiento del espectador; una invitación a descubrir nuevas perspectivas una y otra vez. Esta dinámica única crea una experiencia inmersiva y sensual en la que el tiempo se detiene por un momento y el recuerdo se eclipsa.

UNA CAPTURA INSTANTÁNEA

Hablando de tiempo, se cortó un embudo geométrico en la plataforma de visualización ondulada para hacer que los espectadores miren hacia algo atemporal: el lugar donde se encontró a Ötzi (la momia de un hombre que falleció hacia el 3255 a.C.).

Sólo a unos metros desde la frontera con Austria, el ángulo del embudo de observación lleva al visitante a un cuidadoso viaje intelectual. El embudo de visualización fue diseñado con acero que se vuelve marrón oscuro, gris y negro a medida que cede a los elementos y se vuelve uno con su entorno. El final del embudo se completa con una barandilla de vidrio que hace volar los pensamientos en un suspenso impresionante; parece como si estuvieras caminando en el aire…+