Carolina Silvero y Juan Elizalde. Foto: Santiago Tenenbaum

La creatividad (y paciencia) infinitas de los Guardabosques

Amor por la naturaleza, el dibujo, el color y el papel. Con sus diseños, los Guardabosques invitan a jugar y a ejercitar la paciencia para armar objetos tridimensionales.

Guardabosques son quienes se dedican a proteger y conservar áreas naturales, como parques forestales, selvas o marismas. Y Carolina Silvero y Juan Elizalde son el estudio Guardabosques, que desde hace casi 10 años, se inspiran en la naturaleza y utilizan la técnica del papercraft para generar figuras tridimensionales en papel -en su mayoría, animales-, que además de enseñar sobre las distintas especies, permiten tomar conciencia sobre la necesidad de protegerlos y conservarlos. 

Carolina es diseñadora gráfica; Juan es diseñador de imagen y sonido. Y ambos se formaron en la FADU/UBA. A ella siempre le gustó dibujar la naturaleza y a él, también. Tanto, que estudió en la Escuela Argentina de Naturalistas de Aves Argentinas, donde se realizan relevamientos de ambientes naturales, identificando las especies de flora y fauna. 

Esas salidas de campo que luego eran comentadas en el estudio con Carolina, le dieron el marco a la exploración intuitiva que ambos venían haciendo, y les permitió un primer recorte del proyecto: Aves Argentinas fue la primera colección. Se trataba de kits de aves de papel para armar con plantillas precortadas y troqueladas listas para pegar, instrucciones de ensamblado y un folleto con información de cada uno de los pájaros: Tacuarita azul, Benteveo, Surucuá común, Cardenal común, Churrinche o Matico .

Luego surgieron otras colecciones como la de mamíferos (el zorro rojo es el preferido), la de dinosaurios, la de cetáceos y recientemente, la de gatos. La línea tendrá seis modelos, aunque recién salieron tres. Y la inspiración es Gamuza -el propio gato de la pareja- y Grial, una gata que tenía Juan hace un tiempo atrás. 

HECHO 100% EN CASA

Los Guardabosques usan papel Canson o Fabriano de 160/200 gramos. Todo el proceso de diseño y producción se completa íntegramente en el taller, hasta el corte y troquelado de cada pieza que realizan con un plotter de corte que adaptaron especialmente. Se intenta aprovechar cada centímetro de papel para evitar lo más posible el desperdicio (que de todos modos, siempre existe). Es por eso que todo pedacito se guarda, para regalárselo luego a algún artista amigo que esté trabajando en proyectos con este material.

+¿Cómo es el proceso de armado de una colección? 

Primero, buscar referencias. En el caso de los gatos, están basados en nuestro gato, y otros gatos de amigos. Hubo mucho dibujo para explorar qué poses: según lo que sabíamos de cada gatito y de su personalidad, elegir su pose más significativa, y después buscar la síntesis. Estábamos obsesionados, e hicimos mil prototipos buscando la forma. Como varios de estos gatos son atigrados, en algún momento quisimos imprimir el pelaje, pero no nos gustó la terminación (casi nada de lo que tenemos es impreso).

+Es difícil el gato porque el pelaje te confunde mucho la anatomía…

Dos de los gatos eran muy peludos, entonces había que ver cómo insinuar eso, sin que quedaran gordos. A veces se hacen vistas, a veces no, pero se pasa al 3D, se modela y se sigue por el Pepakura 3D para diseñar las plantillas. Hay que diseñar las instrucciones y la ficha de cada gato, y llegamos al plotter de corte, donde se hacen muchas pruebas. Tuvo sus vueltas, pero salió.

+¿Cuál es el animal más complejo de armar? ¿Los dan a testear?

La ballena franca podría ser… Algunos no son objetos de mucha complejidad, pero sí tienen muchas piezas, y la ballena tiene piezas chiquitas, por ejemplo. Con los gatitos dimos muchas vueltas para que fueran lo más fácil posible de armar. Había una de las aves que siempre nos decían que era complicada de ensamblar, entonces sin cambiar el objeto final, rediseñamos la plantilla, y así mejoramos la experiencia de armado. 

+¿Hay una edad recomendada para armar los objetos de Guardabosques?

Sí, sugerimos a partir de los 11 ó 12 años. Hicimos algunos destinados a la niñez, para 7 u 8 años, pero son más bien dirigidos a adolescentes/adultos. El Benteveo te puede llevar unos 20 a 30 minutos armarlo. Un gato, una hora. Para ensamblar las partes chiquitas, se puede usar una pincita como herramienta. Recomendamos el pegamento universal transparente, que es más rápido para unir las partes que la plasticola.

PAPERCRAFT PARA OTROS

Además de sus objetos en papercraft que venden a través de la tienda online y en tiendas físicas en todo el país, los Guadabosques también arman proyectos en papel para marcas: como los objetos que hicieron para Campari y la Florería Atlántico, para las vidrieras de Hermès o Juleriaque, para Google o Rapanui. También organizan workshops para armar algún objeto, o cursos cortos para explicar los lineamientos básicos de la técnica. 

Pero el proyecto que más disfrutaron últimamente fue el de ilustrar el libro Stick bugs (Bichos palo), que forma parte de una colección de libros escritos por Emily Gibbons, e ilustrados por diferentes artistas para Heggerty, una organización que promueve la conciencia fonológica, dándole herramientas a docentes para estimular la lectura de los niños.

+¿Cómo fue la experiencia de ilustrar su primer libro?

Estuvo re bueno, pero fue muy intenso también. Fueron tres meses de trabajo, todos los días. Primero dibujamos, después hubo que bocetar todo en 3D (y por suerte, no hubo prácticamente correcciones), pero de cada cosita se tuvo que hacer una plantilla. Y una vez que armamos todo, fotografiarlo. Fue un proceso de muchas capas.

+¿Cuántas indicaciones les dieron?

Teníanos un texto. La directora de arte, Euge Mello, tenía una idea muy clara de lo que quería, y eso agilizó un montón nuestro trabajo. El texto habla siempre de los bichos palo, pero jamás se nombra a la protagonista. Fue invento de la directora de arte el tener la historia paralela de una chica que hace casi las mismas cosas que los bichos. 

+El libro incluye al final el detrás de escena también…

Sí, y estuvo re bueno el haberlo sugerido. Son libros de lectura para niños con problemas de aprendizaje de lectura y dicción, y por el Facebook de la autora nos enteramos que a una sala de los chicos les entusiasmó tanto el detrás de escena, que después de leer el libro, se pusieron a hacer los bichos palo de papel.

+¿Los personajes del libro van a salir como producto?

Podrían, pero son muy complejos. Cuando pensamos un producto, tiene una lógica mucho más simple que cuando hacemos algo más escultórico, o que ya sabemos que lo vamos a armar nosotros. Fue uno de nuestros proyectos favoritos.

+¿Y ahora en qué están trabajando? ¿Algún proyecto que se pueda contar?

Estamos haciendo algunas cosas para Rapanui; otro proyecto para el Correo Argentino que saldrá a más tardar en agosto; unos productos para un libro para colorear de Chile. ¡Varias cosas!

EL LADO B

Cada integrante de Guardabosques tiene sus proyectos individuales. Juan lleva adelante Amiguitos de la oscuridad, un proyecto de 88 retratos de murciélagos en papercraft. Aunque la idea nació antes de la pandemia, terminó siendo una manera de reivindicar al animalito que se ganó tanta mala fama con el Covid-19.

Fede Lo Bianco los fotografió durante el verano, y cada retrato se va subiendo día por medio a la cuenta @amiguitosdelaoscuridad con detalles de cada especie, con el objetivo de ir derribando también algunos mitos sobre los murciélagos. ¿Sabían que de las más de 1400 especies que existen, sólo 3 son vampiros?

Por otro lado, Bioma es el proyecto que Juan desarrolla junto con Leonel y Gonzalo Roget. Se trata de series de posters serigrafiados, diseñados por artistas locales como Santi Pozzi, Patricio Oliver, Estampita, Natalia Lombardo, Agustina Paci, Pacheco y el mismo Juan Elizalde, que apuntan a poner en valor la naturaleza de las ecorregiones argentinas. Cada serie está formada por 50 piezas únicas, que fueron impresas de forma artesanal. 

Mi lado B es el dibujo”, dice Carolina. En su cuenta de Instagram, podemos ver algunos animalitos, flores, frutas y verduras con ojitos. Y está armando junto con otra artista un proyecto del mundo miniatura, del que no puede contar mucho más…

+¿Qué se imaginan haciendo de acá a un tiempo? ¿Seguir explorando con el papel, o ir hacia otro lado?

El papel sigue estando bueno. Aparecen propuestas nuevas como el libro, que por ahí no estaba en los planes y de repente sucede, y es una nueva veta que le encontrás a lo que hacés. Por suerte, siempre van apareciendo cosas. También nos llaman para hacer otras cosas que no son necesariamente papercraft, como el proyecto de Rapanui. No sabemos si será a lo que nos dedicaremos eternamente, pero como los dos hacemos cosas por fuera de Guardabosques, no te agota. Al menos por ahora.+