Be Design: En busca del mejor diseño

Marcela Castellano y Carolina Rendón, ambas arquitectas, son las caras detrás de Be Design, un emprendimiento cuya columna vertebral es la arquitectura, pero atravesada por el diseño, el arte y el sentido estético.

Texto: Jorgelina Peciña

Todo en su justo equilibrio. Porque no todos los objetos de decoración ni el mobiliario son iguales, la dupla de curadoras investiga, indaga, recorre, visita, pregunta y no para hasta encontrar lo que su estética perfeccionista está buscando, la pieza de diseño perfecta.

Esta es la historia de dos emprendedoras que se conocieron en 2011, compartiendo un curso sobre Arquitectura Sustentable en la Universidad de Palermo. En esa oportunidad, además de dar comienzo a una sólida amistad, las unió una pasión en común, el buen diseño. Cada una por su lado, fueron creciendo en sus profesiones y ampliando sus conocimientos en la materia, hasta que en plena pandemia, surgió la idea de llevar a la realidad lo que ambas soñaban en su tiempo libre: poner en marcha un emprendimiento que combinara la sobriedad de la arquitectura con el buen diseño.

Y así nació Be Design: “Unificando ambos criterios, pensamos en la creación de un espacio donde poder encontrar productos funcionales, flexibles y sustentables”, tal cual lo explican las creadoras detrás de la marca, que además agregan: “Nuestro objetivo es ayudar a crear hogares únicos y especiales. Aquellos que acompañan desde la armonía, la flexibilidad y la identidad”.

Con este norte en mente y muchas ganas de crecer surgió Be Design, emprendimiento que se gestó durante la pandemia, para ver la luz en diciembre del 2022. Fieles a su formación, donde nada es al azar y todo está perfectamente calculado y medido, Marcela y Carolina redoblaron la apuesta y se hicieron de nuevas herramientas para lograr su propósito: “Pensamos en la creación de un espacio donde poder plasmar nuestros conocimientos y pasiones. Para desarrollarlo, hicimos una curaduría a nivel nacional e internacional y creamos una tienda online, donde seleccionamos productos que cumplan con los tres pilares de la marca: funcional, flexible y sustentable. Nuestro objetivo es poder acompañar el día a día de los hogares contemporáneos”.

Así, con la noble y ambiciosa tarea de acercar el diseño a las personas, las arquitectas no paran de buscar y visitar espacios de diseño, muestras, talleres y fábricas, buscando la próxima pieza de diseño perfecta, que formará parte del abanico de Be Design. ¿Será un jarrón, un mueble, un tejido? Se denominan a ellas mismas curadoras de objetos y es así cómo lo hacen: “Gracias a que ambas vivimos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tenemos acceso a muchas exposiciones, muestras y demás eventos referentes al diseño. Es por eso que queremos llevar parte del mismo a toda la Argentina. Hacemos showrooms por distintas zonas del país. Consideramos que, al estar rodeados de estos productos, podemos elevar la calidad de vida y dejar una huella para las generaciones futuras”.

Además del entusiasmo y la nutrida formación que las acompañan, en Be Design la sostenibilidad es clave: “Es crucial para nosotras tomar decisiones que vayan alineadas en la dirección sostenible. Respetando la naturaleza para poder dejar un mejor planeta a las generaciones futuras”, de ahí que toda su búsqueda lleve como especial filtro este concepto.

“Al comprar productos de diseño, estamos ayudando y colaborando con diseñadores y, muchas veces, con industrias locales. Ellos son los encargados de resolver la materialidad, la funcionalidad y la flexibilidad que requieren hoy en día los hogares actuales”. De esta manera, Be Design se posiciona como un nexo entre diseñadores y artistas con el público que busca diseño de calidad.

UN PORTFOLIO EN CRECIMIENTO

Muchos de los objetos seleccionados en Be Design, actualmente más de una treintena, fueron confeccionados con fibras naturales, materiales nobles y con un alto nivel de sustentabilidad ambiental. Además, tres de ellos fueron premiados por su diseño, como la maceta de autorriego de origen finlandés, poseedora de un Red Dot Design Award; el banco Pampa, que recibió el Premio SBD (Sello al buen Diseño) Argentino en 2013 y, por último, el sillón Andina, que además del SBD también cuenta con el premio ASOMA 2022 (otorgado por la Asociación del Mueble Argentino).

“Esta última pieza, el sillón Andina, representa la esencia de Be Design. Cumple perfectamente con los tres pilares de la marca. Combina sutilmente la madera de lenga con el cuero vacuno y el hierro. Está compuesto por dos partes que encastran. Es plegable, de muy fácil armado y guardado. Transmite elegancia y sencillez. La calidad de sus materiales y su diseño original lo hacen único, por eso forma parte del catálogo de Be Design”, comentan desde Be Design.

LAS CURADORAS DEL PROYECTO

Marcela Castellano se recibió en la Universidad de Buenos Aires, en 2002. Trabajó en renombrados estudios de arquitectura a nivel corporativo por más de 19 años, donde encaró proyectos de gran escala, como el rediseño de la cancha de Racing y el de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), entre otros proyectos. Marcela es incansable y perfeccionista, trabaja en pos de la excelencia en todo lo que realiza, siempre buscando aprender y desarrollar sus habilidades y estrategias profesionales para comprender el diseño y la arquitectura en sus distintas escalas. Enfocada como pocas, en su tiempo libre es runner amateur.

Por su parte, Carolina Rendón es venezolana y se recibió en la Universidad José María Vargas, en Caracas, Venezuela, en 2005. Es, además, Diseñadora de Interiores, recibida en la Universidad de Palermo, Argentina, en 2014. Sus continuos viajes ampliaron su visión global y estratégica vinculada al Diseño de Interior, fusionando lo contemporáneo y lo clásico. Su pasión es viajar, oportunidad que aprovecha para sumar nuevos conocimientos en el campo del diseño.

En palabras de sus creadoras, aquí la síntesis de lo que es hoy Be Design: “Nos gusta crear espacios que estén acompañados de objetos que puedan mutar por los distintos ambientes del hogar. Darle una segunda vida a los mismos, rotarlos y encontrarles un nuevo destino, nos parece algo fantástico”.+