Los muebles de Zuni hacen del mundo un lugar mejor

Prácticos, funcionales y seguros son los muebles encastrables de madera diseñados por Santiago Gandolfo para su marca Zuni, que suelen equipar instituciones educativas, oficinas y hogares.

Diseñar un sistema de muebles que se armen por encastre y RTA (Ready to assemble) es un ejercicio con el que los estudiantes de diseño industrial se enfrentan en algún momento de la carrera. Y aunque la propuesta sea muy conveniente, por alguna razón, la industria del mueble en Argentina no suele hacerse eco de esas investigaciones.

Santiago Gandolfo entiende el potencial de la categoría, y con su propuesta la lleva al siguiente nivel: el sistema de encastre que diseñó para los muebles de Zuni fue pensado con gran precisión, calculando hasta el último milímetro, para hacer que cada estructura sea resistente y funcional. Para explicarlo, desarrolló el concepto APE: muebles A Prueba de Elefantes. El armado de los muebles se completa cuando se escucha un “clac”, que indica que la pieza ya está lista para usar.

Escritorios, sillas y sillones. Mesas de trabajo, altas, de comedor y de centro. Bancos, banquitos y banquetas. Estanterías, aparadores, percheros, pizarras, gradas, y una completa línea infantil. Todo realizado con una combinación de placas de melamina de 18mm y OSB, con canto hidro sellado y bisel en ambas caras. Y la mayoría de las piezas, sin tornillos.

“Para que funcione bien, todo sistema de encastre debe ser ortogonal, pero gracias a la inclusión de distintos vínculos en las piezas, es posible sumar accesorios, como ganchos para colgar la mochila o enrollar y pasar cables, además de facilitar el agarre. Es un sistema interconectado de funcionalidad que se adapta a las necesidades del usuario”, explica el diseñador industrial Santiago Gandolfo sobre la línea de muebles que presentó por primera vez en 2015 en el Concurso Innovar que organiza el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, y que desde 2019 decidió comercializar como Zuni.

Las mesas y escritorios pueden vincularse entre sí y adicionar estantes, cajoneras, divisores, soportes para monitores. Una pieza que para quien pasa muchas horas sentado en el escritorio resulta fundamental es el reposapiés, que mejora el apoyo lumbar y evita la inclinación hacia adelante, lo que ayuda a no cruzarse de piernas y reduce la presión que la silla hace sobre ellas.

Por su versatilidad destacamos el pegboard, un sistema de paneles con grilla que se fija a la pared y aprovecha el espacio vertical para sujetar desde estantes simples o dobles, a percheros, topes para libros y soportes.

Las instituciones educativas fueron las primeras en comprobar la resistencia y versatilidad de los muebles de Zuni. Alumnos del colegio Los Molinos en Munro ya están usando en su taller de robótica las mesas trapezoidales que arman un hexágono y vienen con ruedas para poder armar distintos grupos y potenciar el trabajo colaborativo.

El jardín de infantes del Saint Mary of the Hills School en El Tallar posee las mismas mesas trapezoidales pero más pequeñas, agrupadas de a cuatro. Por su parte, la residencia universitaria Clei, en Montserrat, está equipada casi en su totalidad con los muebles de Zuni, y es por eso que merece un capítulo aparte.

ZUNI EN CLEI

La residencia Clei hospeda a varones de grado y posgrado durante su período de estudios en Buenos Aires, ofreciéndoles un entorno amplio, cómodo y familiar, con habitaciones individuales, cocina, comedor, biblioteca, sala de estudio grupal, terraza y patio, además de un mini gimnasio. Ubicada en Balcarce y Venezuela, está muy cerca de las principales universidades de la ciudad, y recibe a estudiantes de toda la Argentina y el extranjero.

Tanto los espacios individuales como los compartidos están equipados con los muebles de Zuni, y su uso diario e intensivo son el mejor ejemplo para comprobar su funcionamiento y durabilidad. Veamos el living: sillones individuales con la altura y la inclinación justa que permiten sentarse e incorporarse sin esfuerzo, y vienen con ruedas en las patas traseras para un movimiento silencioso en caso de querer trasladarlos.

Los almohadones opcionales se colocan con un sistema de velcro, y por supuesto, el tapizado es lavable. El sillón también podría ser doble, y el conjunto se completa con una mesa de centro.

Pasemos a la sala de estudio grupal: amplios escritorios contiguos y enfrentados forman una isla que, en el caso de necesitar mayor intimidad, prevé la incorporación de un divisor, al mismo tiempo que suma ruedas en las patas de uno de los laterales para facilitar nuevas configuraciones en el espacio.

Otra característica de los muebles de Zuni es que su estética atemporal y colores neutros hacen que puedan convivir con piezas de otros estilos y materialidades; es por eso que las sillas que acompañan pueden ser plásticas o metálicas, y de diversos colores.

¿Necesitás estudiar en un ámbito silencioso? ¡Vamos a la biblioteca! Las estanterías simples (o dobles, si se apilan) soportan el peso de enormes volúmenes sin que los estantes se arqueen. Alrededor de la mesa redonda para cinco encontramos las sillas, que se arman en un minuto y pueden venir con almohadones.

La cocina y el comedor ponen a prueba la mesa desayunador y las banquetas altas, los banquitos, y los armarios que sirven de alacenas. Éstas últimas no tienen bisagras; las puertas se abren hacia adelante. Es verdad que requieren de más espacio para su uso, pero son apilables y pueden mostrar sus cuatro lados, con lo cual también pueden ser divisores de ambiente.

Por otro lado, los banquitos pueden apilarse hasta cuatro, ocupan muy poco lugar, y son el comodín necesario cuando se suman comensales. Y las habitaciones de Clei tienen escritorios individuales, su silla y el panel pegboard que describimos más arriba, con opciones de incorporar estantes y percheros.

EN DIÁLOGO CON EL CREADOR DE ZUNI

Santiago Gandolfo nació en El Bolsón, Río Negro, y se crió en Córdoba, junto a sus diez hermanos. La profesión de su padre -ingeniero civil-, los obligaba a mudarse seguido: es por eso que comenzó a estudiar diseño industrial en Buenos Aires, y completó sus estudios en Mar del Plata, donde se vinculó a la industria náutica. Diseñó y modeló para un arquitecto naval que fabricaba veleros para Italia, considerando desde el interior a los exteriores, hasta la misma gráfica de cada proyecto.

Una vez en Buenos Aires, diseñó kayaks de pesca para distintas empresas, que producía en rotomoldeo. Uno de ellos ganó el Concurso Innovar en 2013. El volverse experto en el manejo de máquinas de mecanizado CNC y comprender las potencialidades de esta tecnología, fue el antecedente para crear Zuni, que si bien se lanzó al mercado en 2019, es el resultado de veinte años de experiencia al frente de su estudio Ymago.

+¿Cuál creés que es la pieza icónica de Zuni, o la que considerás más resuelta?
Como diseñador, creo que el mejor diseño es el que viene. Al que hice, ya le encuentro cosas (risas). Algunas piezas quedaron muy bien como el Pupitre, no sólo porque está bien balanceado, sino porque volví a verlo después de un año de uso, y está impecable. Tres aulas de 6º grado están equipadas con ese pupitre para trabajo colaborativo de a cuatro chicos, vienen con una mesita abajo para poner cosas y gancho para colgar la mochila. Es la séptima versión de ese modelo, porque lo fui mejorando cada vez. Hay otros productos que también son muy prácticos, como los escritorios y el sistema de pegboard, que el año pasado compró una chocolatera de San Martín de los Andes, y lo usa en los stands de las ferias (lo arma y desarma continuamente).

+¿Cuál es el diferencial de los muebles de Zuni?
El poder armarlos uno mismo; es como jugar a armar un rompecabezas. El primer escritorio que le vendí a esta residencia lo saqué del baúl del auto, y cuando el dueño me vio armarlo en dos minutos, entendió todo. También me gusta el tema del bricolaje: los muebles para chicos tienen una parte cruda que pueden pintar. El Banco Baúl sirve tanto para guardado como para sentarse, y se arma muy fácil y rápido. Hay un montón de muebles en etapa de prototipo o que hice una sola vez, como un banco doble para mesa de comedor, que hasta podés saltar encima y no pasa nada. La idea es que cada mueble sea el que apenas te imaginás cuando pensás en una silla o una mesa; una línea atemporal y segura, que funciona.

+¿Hacia dónde querés llevar la marca?
Armé un catálogo de productos para poder demostrar que el sistema productivo es posible y escalable. Zuni como empresa puede existir en distintos países. Como el sistema de diseño es súper adaptable, la línea Zuni de Colombia puede ser distinta a la de Argentina; sólo importa dónde se fabrica y de dónde es la madera. Hasta se podría atender una catástrofe con Zuni: mandás al lugar dos containers con placas y otro con un router, lo instalás, y empezás a fabricar muebles. Para una vivienda social, podría hacer esto mismo en un terciado rectificado, y lograr todo el equipamiento necesario. Cada hogar recibiría en un mismo paquete el comedor, el dormitorio, los roperos. Podés extrapolar la experiencia en los colegios, para entender que las posibilidades son muchas. Hay muebles que duran un montón, pero que no se usan un montón. Mis muebles hacen un mundo mejor: aprovecho el material para producir algo que funciona, y generan un impacto positivo en la vida de las personas.

Los muebles de Zuni pueden conseguirse en su tienda online o escribiendo a [email protected] +