WXCA, un estudio de diseño arquitectónico conocido por sus proyectos de utilidad pública como el Museo Memorial Palmiry, el Museo de Historia de Polonia y el Museo del Ejército Polaco en Varsovia, está detrás del diseño del Museo del Levantamiento de la Gran Polonia de 1918-1919.
Los arquitectos de WXCA ganaron el concurso de 2019 para el concepto arquitectónico y urbano del museo, impresionando al jurado con su propuesta de integrar un espacio público para los residentes de Poznań dentro del propio museo, respetando al mismo tiempo el contexto espacial histórico del sitio.
UN MUSEO ALREDEDOR DE UN ÁGORA URBANA
En el corazón de la visión arquitectónica de WXCA se encuentra la convicción de que un museo moderno no solo debe ser un lugar de narración histórica, sino también una plataforma para el diálogo activo, un espacio que fomente nuevas interacciones y relaciones sociales. Por lo tanto, una plaza pública, rodeada de cuatro edificios museísticos tipo pabellón de diferentes tamaños, es el eje del diseño.
“La disposición espacial propuesta es un homenaje a los orígenes de nuestra nación, a los asentamientos y pueblos fortificados donde se unieron las primeras comunidades”, describe el arquitecto Adam Mierzwa, coautor del proyecto.
Este museo, con su espacio circular y abierto en el centro, está pensado tanto como un lugar de recuerdo de la importante victoria del Levantamiento de la Gran Polonia, lograda mediante el esfuerzo colectivo, como un foro para el intercambio democrático para los residentes contemporáneos de Poznań.
UN LEGADO ENTRELAZADO CON LA MODERNIDAD
El diseño ganador del concurso de WXCA fue elogiado por su enfoque audaz pero sensible al contexto para armonizar la presencia del museo con su invaluable patrimonio material y cultural: la colina de San Adalberto y la iglesia gótica con una tradición que abarca más de 800 años. Los arquitectos apuntaron a crear una nueva calidad en el sitio del Museo del Levantamiento de la Gran Polonia planificado de 1918-1919 que sinergizara con el tejido urbano histórico en lugar de competir con él.
El diseño urbano de cuatro bloques funcionales independientes más pequeños conectados por una sección subterránea asegura la prominencia de los ejes de vista y comunicación, mostrando el paisaje histórico de la colina de San Adalberto. Esta fragmentación de la estructura del museo preserva un espacio verde más amplio y acentúa el papel de la iglesia como testigo tangible de la historia.
La arquitectura del museo y las cualidades táctiles de los materiales elegidos reflejan valores contemporáneos basados en la resiliencia de los cimientos históricos. El exterior estará revestido de piedra, mientras que las secciones inferiores estarán revestidas de piedra tosca que recuerda a las primeras formas arquitectónicas en suelo polaco.
En las secciones superiores, la textura cambiará y aparecerá piedra cortada de forma suave, que simboliza una transición al presente. Los tejados inclinados, concebidos como una “quinta fachada”, varían en altura e inclinación, lo que amplifica las vistas hacia la colina. A nivel del suelo, los arquitectos han propuesto un acristalamiento expansivo, “invitando” así a la ciudad a entrar en el museo y al museo a salir a la plaza pública.
UN CENTRO CULTURAL MULTIFUNCIONAL
En el interior de los bloques funcionales y el nivel subterráneo, el museo albergará espacios para exposiciones permanentes y temporales, un auditorio, una biblioteca, salas de conservación, instalaciones técnicas y espacios de trabajo para el personal. La plaza central, conectada a la perfección con los espacios públicos circundantes, se podrá adaptar para diversas actividades. En el día a día, puede servir como un lugar de descanso para los huéspedes y el personal, ampliando el salón principal hacia el vestíbulo de la sala de conferencias con su comedor o hacia el vestíbulo de exposiciones temporales.
Una instalación de agua nebulizada en el centro añadirá un atractivo visual, creando una “imagen de agua” y mejorando el ambiente del espacio, propicio para el descanso y la relajación. Esta plaza será ideal para albergar conferencias, conciertos y reuniones, con su diseño circular que permite al público reunirse alrededor de un escenario central. Incluso en invierno, el espacio puede ofrecer numerosas atracciones, incluida la opción de transformarse en una pista de patinaje sobre hielo, continuando la tradición de 50 años que adoran los lugareños.
El diseño del museo también prevé un parque comunitario, que preserve la mayor parte posible de la vegetación existente y ofrezca a los residentes de Poznań un refugio verde.
“Como sucede con cualquier proyecto complejo de uso público de este tipo, tuvimos que equilibrar diversas funciones y necesidades, sin perder de vista el contexto del sitio y la misión principal del museo”, reflexiona el arquitecto de WXCA, Szczepan Wroński.
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