Lola y Chango invitan a jugar, también a los grandes

Melisa y Manuel crean objetos de madera para experimentar y estimular la creatividad de las infancias (y las infancias del corazón). Una visita al taller de Lola y Chango en Almagro.

Una cafetera espresso, una licuadora y una tostadora con sus accesorios, y una cocina con huerta componen la línea Mini Chef de Lola y Chango. Electrodomésticos de madera de guatambú y MDF terminados a mano para jugar a cocinar, que en 2021 obtuvieron el Sello de Buen Diseño argentino.

Tanto los productos como la comunicación de esta marca están tan bien cuidados, que pareciera que el emprendimiento de Melisa Naumann y Manuel Escudero llevara muchos años en el mercado. Pero para mi sorpresa, se consolidó durante los meses de aislamiento en pandemia, una época en la que muchos tuvieron que repensar su profesión.

Melisa es diseñadora gráfica, y solía trabajar para eventos; Manuel es escenógrafo, y hacía realizaciones para obras de teatro y stands. Durante aquellos días de estar en casa y extrañando salir a pasear con sus hijas Cala y Eva, cortaron en madera algunos edificios y unos autitos para jugar a dar vueltas por Buenos Aires. Un pasatiempo que evolucionó en Colección Buenos Aires: un kit de 12 monumentos/edificios/esculturas y 4 modelos de autos con una pista impresa en el packaging para hacer turismo por la ciudad, pero desde casa.

Así nacieron el Obelisco, el Puente de la Mujer, el Teatro Colón, el Kavanagh, el Cabildo y la Floralis Genérica, junto a otros emblemas porteños de bordes tan cuidadosamente lijados, que incluso los adultos quieren coleccionar. Por eso también empezaron a venderse individualmente, y son tan requeridos en las tiendas de los museos como souvenir.

+Lola y Chango empezó hace muy poquito…
Sí, en diciembre de 2020. Durante la pandemia, empezamos a publicar en la cuenta de Instagram los juguetes en madera que hacíamos para nuestras hijas. Vimos que tenían buenos comentarios, y empezamos a producirlos. Nos llamaron de revista Living para participar de una ambientación con las piezas y nos incentivaron a presentarnos al Sello de Buen Diseño argentino. Aunque la marca no tenía aún seis meses en el mercado, ya vendíamos productos, así que nos aceptaron. El haber sido distinguidos con el Sello nos dio fuerza, y la seguridad de que íbamos por buen camino.

APRENDER JUGANDO

A de amor y de amistad, E de elefante, I de isla, O de ovni y U de unicornio. Encastrando las vocales en figuras en madera, los chicos aprenden las letras reconociéndolas como si fueran dibujos, y con esos dibujos asocian sus sonidos. Las Vocales de Lola y Chango ilustradas por Patricio Oliver vienen en una bolsa de lienzo y un maletín de cartón, y ayudan a los chicos a dar sus primeros pasos en la lectoescritura.

Frida equilibrista es un juego de equilibrio que propone, sobre la cabeza de la artista mexicana, acomodar tantas flores y animalitos de colores como sea posible, sin que se caigan. También de madera y muchos colores, este juego ejercita la motricidad fina, la coordinación, la concentración y el desarrollo psicomotriz.

Del portfolio de productos Lola y Chango, la gran estrella es Lucy, la cámara de fotos vintage con flash imantado y una lente caleidoscópica que gira 360º, que te hace ver destellos coloridos como diamantes cuando mirás hacia el cielo. Viene con una correa de ecocuero desmontable y el packaging simula el estuche. Un flash. Un adorable flash.

Pero este proyecto que crea objetos de madera que facilitan la experimentación y estimulación de grandes y chicos a través del juego, tiene sus antecedentes en la historia personal de Melisa y Manuel. El tío abuelo alemán de Melisa es carpintero, y aún suele enviarles cada Navidad una carta con un pequeño juguete de madera que cruza el océano para colgar como adorno (o más bien tesoro) en la casa-taller de la pareja.

Y Manu aún recuerda con mucho cariño dos juegos que había en su casa: el rompecabezas 16 Animali de Enzo Mari y el Bauspiel diseñado por Alma Siedhoff-Buscher en 1923 en la escuela Bauhaus. La mamá lo dejaba jugar con ellos, pero un poco. “Eran juegos y objetos de diseño al mismo tiempo. Eso queríamos lograr con Lola y Chango”. Del Bauspiel hicieron su propia versión, el Fibonacci Baus, con piezas de tamaño similar al juego original, a las que le sumaron otras para formar en el plano la proporción áurea. “La idea es mantener esa cosa de la infancia, pero no por melancolía, sino para incentivar las ganas de jugar y aprender”.

DE EMPRENDEDORES A EMPRESARIOS

Además de los juegos y juguetes, Lola y Chango (nombre que surge en homenaje a las mascotas que Melisa y Manu tenían de solteros), está incursionando en los objetos de decoración, como la lámpara Pasionaria que, por supuesto, tiene un componente lúdico para en este caso, estimular la creatividad de los adultos.

Aquí, los pétalos espejados de la flor silvestre se vinculan a un aro imantado rodeado de un bastidor tramado con cordón de seda, que recuerda el bordado ñandutí de Paraguay. El bulbo cromado crea un efecto radiante que cambia el aspecto cuando la luz está encendida o apagada, jugando con la interacción de luces y sombras. Pasionaria se puede colgar o apoyar. Para esta luminaria versátil, puede elegirse entre madera de cedro, cerezo, kiri o guatambú.

+¿Qué otros objetos están pensando?
Nos gustaría hacer un móvil, una mesa, objetos de mobiliario que tengan una parte lúdica; queremos crecer para ese lado. ¡Estamos muy entusiasmados! Pero antes, tenemos que mejorar la capacidad productiva para enfocarnos en diseñar; para pasar de ser emprendedores a empresarios.

+¿Cómo están encarando ese proceso?
Para organizar la producción, estamos trabajando con ALPAD (Asociación Laboral para Adultos con Discapacidad Intelectual). Ellos nos ayudan a pintar las piezas, lo que les agrega valor, y entregan todo súper prolijo. ¡Son muy dedicados! Y estamos esperando la confirmación de si aplicamos al Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC) del Ministerio de Economía para la compra de máquinas nuevas. También estamos participando del Programa Incubate del Gobierno de la Ciudad, que nos asignó una mentora que nos ayuda a tener un pensamiento más de negocios. ¡Estamos aprendiendo un montón! Creemos que Lola y Chango tiene potencial, así que le estamos dedicando mucho tiempo.

+¿Cómo venden los productos de Lola y Chango?
En forma directa, en la tienda online con envíos a todo el país, en Malba tienda, en la Tienda Bellas Artes Alcorta, y en jugueterías y casas de decoración. Aún no tenemos una tienda física propia, pero pueden pasar a retirar pedidos por el taller. Por ahora no estamos exportando, pero vamos hacia eso. Seguimos fortaleciéndonos, para que cuando salgamos, sea a paso firme.

Me ofrecen un café en su casa-taller en Almagro, que sirven con la cafetera cerámica Origen de Daniel Germani para MeMo, y me cuentan que sus hijas son parte del equipo y las encargadas de testear los productos (¡siempre se quedan con los prototipos!). Cuando les dieron el Sello de Buen Diseño, saltaban todos juntos. Y aunque su mentora les recomienda focalizar en los productos que ya tienen, no pueden evitar seguir diseñando. El finde pasado, con cartón y trincheta, armaron un arbolito de navidad encastrable que, en una de esas, logran lanzar para estas fiestas…+