Llegaron a solsken las sutiles piezas de mobiliario e iluminación del diseñador brasileño Guilherme Wentz. Innovación, tecnología y sustentabilidad son las claves de sus diseños.
El showroom de solsken en Palermo cambió su distribución completamente. Mientras se atraviesa el pasillo despojado y blanco, las preocupaciones de la vida urbana van desapareciendo. Y al llegar al corazón de la tienda, nos encontramos con las piezas de mobiliario recién llegadas del diseñador brasileño Guilherme Wentz, que desde ahora se suman al catálogo de muebles con diseño de autor de la firma que lidera Erica Heidenreich.
La simplicidad de las formas, la inspiración en la naturaleza, el uso de las últimas tecnologías y la sustentabilidad son los valores que Guilherme Wentz imprime a sus creaciones, las que imagina para equipar espacios de tranquilidad y tiempos más lentos; hogares en donde poder refugiarse de la vorágine cotidiana.
“La sutileza de estas piezas es lo que me maravilló; todo es sumamente discreto. No hay nada de más y nada falta. Estos muebles van muy bien con el resto de la colección de solsken”, explica Erica. “Los textiles están diseñados por ellos y fabricados exclusivamente para ellos con reciclado de PET. No tienen desperdicio, porque las fundas se hacen para cada mueble. Eso es algo maravilloso: trabajan con la tecnología más moderna, e innovan cuidando el planeta. Y las piezas son cómodas, lo que para mí es muy importante”.
Algo botánico fue creciendo y curvándose, y casi sin querer, se convirtió en la silla Tubo. Se formó naturalmente, como una enredadera que fue avanzando. Gravatá debía ser una silla tan sencilla, que podría estar tanto en la casa de un pescador, como en una casa lujosa. Para nada ostentosa, es de madera de tauari con asiento de ratán. Baixa es un asiento giratorio con tapizado sin costuras, que hace juego con uno más grande, un sofá y una cama. Volta es una mesa de comedor con tapa redonda o rectangular, cuya base es un cono de forma espiralada, como si fuera canela en rama.
Pensando en los troncos de madera que se usan como asiento o mesas en las cabañas, nació el banco Toco en acero inoxidable, que ostenta una rajadura, que es lo más importante de la pieza. Como en la estética japonesa wabi sabi, aquí, la imperfección es protagonista. Las lámparas Fungi de aluminio fundido y pantalla de acrílico vienen con un puerto USB para cargarlas, y emiten una luz amable, gracias a sus más de cien diodos de LED dimerizables. Estas son sólo algunas de las piezas de Wentz que pueden encontrarse en solsken.
DE LOS NEGOCIOS AL DISEÑO. Y HACER DE ÉL UN NEGOCIO
Guilherme nació en una ciudad industrial: Caxias do Sul, al Sur de Brasil. Estudiaba administración de empresas en la Universidad, cuando decidió cambiarse a diseño de producto. “No conseguía imaginar otro futuro para mí que no fuera una carrera corporativa. Pero también en esa época empecé a ir mucho a la playa a surfear, en Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Uruguay. El hospedarme en cabañas de pescadores o carpas -algo muy simple, sencillo y conectado con la naturaleza- me impulsó a elegir ese estilo de vida. Descubrí diseñadores -principalmente en Japón y en Europa- que hablaban de la simplicidad a través del diseño de mobiliario. Eso me encantó, y así empecé a diseñar muebles”.
Luego de haber trabajado para otras marcas en el diseño de objetos, accesorios, sofás e iluminación, arrancó su propia firma hace cinco años, con la idea de lograr una colección que transmitiera sus principios de diseño. Y no sólo en los muebles, sino también en la arquitectura interior de las tiendas, en la comunicación, la fotografía, los videos.
“Todo esto hace parte de un lifestyle que queremos transmitir, para que las personas entiendan el concepto que hay detrás de todo lo que hacemos”, apunta Flavia Scola, encargada comercial y compañera de Guilherme. El equipo de trabajo se completa con veinte personas, que se reparten entre Caxias do Sul, donde están las empresas fabricantes, y San Pablo, donde se encuentran el equipo de marketing y la tienda pronta a ampliarse.
+¿Tenés una pieza favorita en tu colección?
GW ¡Es difícil! Siempre pienso en lo próximo, en lo que no puedo mostrar. Pero me gusta la silla Tubo, porque es el encuentro de muchas cosas que pensamos: es minimal en la idea, está inspirada en la simplicidad de la naturaleza. Tiene apenas tres elementos: uno que reúne las patas, el respaldo y los apoyabrazos. Para hacerla lo más simple posible, buscamos una nueva tecnología para que el tejido no tenga costuras, y a su vez sea sustentable, porque surge del desecho de botellas de PET. La silla y poltrona Tubo reúnen todo lo que me gusta: la simplicidad de las formas, la inspiración en la naturaleza, la tecnología y la sustentabilidad. La estructura es de acero, espuma y el tejido de PET, mezclado con lana natural.
+¿Cómo utilizan la tecnología para los tejidos en PET?
GW Trabajamos con una empresa global que se encarga de recolectar las botellas de diferentes partes del mundo (principalmente del mar), y las transforman en hilos. Y otra empresa en Caxias se encarga de generar los tejidos impresos en 3D con la forma del producto, para que no haya ni costuras ni desperdicios. Esta tecnología es usada por la industria de la moda, pero nosotros somos los primeros en adaptarla al mobiliario. Tenemos un tejido sólo de PET, y otro que combina PET y lana natural o lino.
+Me resulta muy interesante la línea de mesitas auxiliares Adobe. Son piezas inquietantes…
GW La inspiración es bien botánica; como si fuera una flor que crece debajo de una piedra. Me gusta dar esa sensación de que es un poco escultórica, y también tenés esa relación de equilibrio: el uso de la gravedad como parte del proyecto. La parte de metal no se fijaría si no fuera por el peso del mármol de la base. Y quería que fuese algo multifuncional, por eso tiene una versión con un bowl donde dejar las llaves, el celular…
+¿Wentz se maneja por colecciones, o es una misma colección que va sumando piezas?
GW Me gusta la idea de colección como en la moda; que a partir de un concepto, hacen un desfile entero. Cuando lanzamos nuevos productos, lo hacemos con un tema de colección, una inspiración única que los agrupe. Como en la colección Mar, con la que comenzamos a usar los tejidos a partir de botellas de PET que son retiradas del mar, y decidimos hacer las texturas con formas de corales. También diseñamos la silla Canoa, que al ser mecedora, da la sensación de estar en el mar, como flotando en una balsa.
+¿De qué se trata la última colección que presentaron en Milán?
GW Se llama Untitled (Sin Título), porque quería algo más experimental. Está inspirada en unas cabañas que no sé si realmente existen, pero en mi cabeza son el hogar de alguien que vive solo en medio de la naturaleza, y eligió sus muebles sin la pretensión de tener un diseño, como en el caso de la mesa Tábua. Pegó las tablas y listo. Es como si no hubiese un diseño. Para que haya movimiento dentro del plano, las tablas de la mesa están descentradas. Son de chapa de madera natural para conservar la textura, pero por dentro, el relleno es de material PET reciclado. Es una tecnología que se usa en barcos y aviones, y que fuimos pioneros en aplicarlas al mueble.
+Dentro de esa línea están la silla y poltrona Capa, que son asientos tapados con un textil. ¿Cómo funciona ésto?
GW Aquí fuimos por un camino más clásico. En nuestra ciudad, hay una fábrica de tejido muy antigua, que es una cooperativa con la que trabajamos para crear nuestros tejidos en lana y lino. Empleamos una técnica que se utiliza en la industria de la moda, que es el mouillage. Pusimos el tejido sobre la pieza, para luego ver cómo irían las costuras, y que quedaran siempre de la misma forma. Si ese tejido que cubre el asiento se saca, tenés otro producto. Es un 2 en 1. Esta silla se presentó en el último Fuorisalone, en Milán.
+¿Tienen piezas coleccionables, de edición limitada?
GW Tenemos algunas piezas más escultóricas, como la mesa Onda que es muy difícil de hacer, porque es un bloque de mármol que se esculpe. No es una edición limitada, pero no tiene un pensamiento tan industrial como sí lo tienen otras piezas. De la misma manera pensé el florero Solo de acero inoxidable que se amura en la pared, y que en estos momentos está en la vidriera de solsken; sigue el mismo concepto. Las ediciones limitadas abren la posibilidad de experimentar con otras técnicas y materiales.
+¿Wentz apunta sólo al mercado hogareño o también al contract?
GW Cuando proyecto algo nuevo, siempre pienso en el lifestyle de la casa, y cómo la persona lo va a usar. En términos de sustentabilidad, el primer paso es el consumo consciente, y para ésto, las piezas deben tener un significado y ser duraderas. Por eso buscamos nuevas tecnologías, y las testeamos en laboratorios en Brasil y Estados Unidos antes de lanzarlas al mercado, para que sean durables, resistentes, y puedan ser usadas no sólo en la casa, sino también en lugares públicos, como hoteles.
+La marca tiene mucha coherencia, tanto en sus productos como en su comunicación. Utilizan una paleta muy neutra y natural. ¿Cómo considerás el color?
GW Creo que en todos mis proyectos hay una intención de sustraer; de mantener apenas lo que es esencial. Lo que busco en cada proyecto es sacar todo lo que no sea necesario, y el color es uno de ellos. Me enfoco más en las texturas y las formas, porque busco ambientes más tranquilos, con menos información. Hace un tiempo atrás leí que para ganar en salud mental es necesario tener un mínimo de cosas en la casa. Porque cuando tenemos muchas cosas, el cerebro está siempre ocupado. La idea de ofrecer una paleta clara y natural sirve para enfatizar esa sensación de tranquilidad; la misma que tenemos en la playa. Y eso se refleja también en la tienda, las redes sociales y las campañas.
EL BACKSTAGE
Guilherme Wentz habla pausado y en un tono bajo. Viste de negro prendas muy amplias y cómodas. Pareciera «un surfista japonés», con espíritu zen. ¿Cómo es su día a día? Un par de preguntas más, para averiguarlo…
¿Sos tan tranquilo como tus muebles? Mi cabeza trabaja todo el tiempo. Siempre estoy pensando en qué más podría hacer; tanto en diseñar y desarrollar productos como en contar su historia, armar una campaña, o cómo podemos hacer para estar en nuevos mercados, como ahora que estamos en Argentina, y en este lugar, solsken, que nos honra. ¡También tomamos mucho café! (risas). Pero en general sí, soy tranquilo.
Y para liberar la cabeza, ¿tenés algún método? Vivir en San Pablo hace que uno necesite ir a otro lugar más tranquilo para descansar y ordenar las ideas. Me gusta en algún momento del día tener espacios sólo para pensar. Me quedo muchas veces parado, con los ojos cerrados. Es una forma de meditación.
¿Qué música se escucha en tu lugar de trabajo? Música muy tranquila, instrumental. Para algunas personas podría ser triste. Music for silence de Nick Murphy es un álbum que me gusta mucho.
¿Diseñás dibujando a mano o con la computadora? Siempre empiezo con la mano, pero rápidamente paso a la computadora, porque es la forma de trabajo que aprendí en la facultad. Como mis diseños incluyen pocos elementos, me preocupa mucho la proporción, la volumetría, y la computadora me da mayor libertad para experimentar.
+Tenés preferencia por algún material? Trabajé mucho con metal, con tapicería… Mi idea es más bien aplicar mi visión y conceptos a diferentes materiales y tipos de productos.
¿Quiénes son tus referentes? ¡Muchos! De Brasil, Jorge Zalszupin y Oscar Niemeyer, especialista en las curvas. Pero también de Japón, Naoto Fukasawa y Nendo; Jasper Morrison de Inglaterra, que también trabaja mucho con la simplicidad de las formas. Intenta buscar formas que parecen no ser nada más que eso, y eso me encanta.
+¿Tu casa está equipada con los muebles de Wentz? Con los primeros prototipos que salen, las sillas que no sientan bien… Algún producto que se quebró con el transporte y no se puede reparar, va directo a nuestra casa (risas).
+¿Algún proyecto pendiente para el futuro cercano? El mayor desafío para un diseñador, después de hacer sillas, son los cubiertos. Es algo muy difícil, y que me gustaría proyectar en algún momento. Mobiliario outdoor es otra cosa que quiero hacer; implica muchos desafíos para que una pieza sea resistente a la intemperie. También estamos por lanzar una nueva línea de cabinets. Siempre pensamos en ser una marca global, en el sentido de encontrar personas alrededor del mundo que se conecten con el concepto de la marca. Estamos en un proceso de expansión internacional, y para nosotros es un paso muy importante llegar a la Argentina. Ya tenemos presencia en Uruguay, Italia, Japón, EE.UU., Dubai, y el año que viene entraremos a Rusia. El arquitecto Claudio Silvestrin dijo en una entrevista que el mejor lenguaje internacional es la simplicidad; todos pueden conectarse con ella, y lo que nosotros hacemos es muy sutil.
solsken acaba de inaugurar una terraza espléndida en su showroom de Palermo. Sería ideal verla equipada con las piezas outdoor de Wentz. ¡Ojalá lleguen pronto! +
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