Luego de cinco años trabajando las obras, el artista presenta su nueva muestra compuesta por 25 dibujos en grafito sobre papel en una exhibición llamada “Río III”, en la que suma tres actos musicales para generar una “superposición entre lo visual y lo sonoro”.
Ezequiel Black es un artista multifacético que se mueve entre técnicas, espacios y rubros, creando culturas psicodélicas, mezclando los fantástico del pop y el rock en la industria musical. Colabora con medios escritos, plasmando también su visión del mundo en palabras.
Quien alguna vez dirigió la campaña del regreso de Los Fabulosos Cadillacs para la gira Satánico Pop Tour 08 y desarrolló los universos visuales para infinidad de artistas de la industria musical argentina (entre ellos, Miranda!, Massacre, Luciano Pereyra, Celeste Carballlo y Virus), vuelve a su relación con el grafito para plasmar dibujos que reflejan la arquitectura brutalista con visiones chamánicas, la vida secreta de los microorganismos con los besos y las cavernas con esa casa encantada que es la memoria.
La muestra llamada Río III -compuesta por 25 dibujos realizados a mano con grafito- estrena el próximo sábado 21 de septiembre a las 19hs. en la galería Un Lugar en el Mundo (Castro Barros 969 – Martínez), con un show de Monoto Grimaldi.
La exhibición, que estará disponible hasta el 19 de octubre (de lunes a viernes de 10 a 18hs.), propone un show en vivo también los sábados 5/10 con David Nahón y el 19/10 con una intervención sonora de Bicicletas. La idea de sumar un componente sonoro a la muestra, resulta de la idea de Ezequiel de generar una “superposición entre lo visual y lo sonoro”, y una experiencia distinta y única en cada una de las ediciones.
Charlamos con el artista sobre cómo gestó esta muestra, la elección de los materiales y de los detalles de esta exhibición que fusiona sus obras con la música; elementos que lo atraen para generar universos que funcionan como distintas entradas al mundo de Río III.
+ ¿De qué tratan estas obras en particular?
EB Soy un fetichista de la imagen. Me considero, ante todo, un coleccionista de imágenes: si me cruzo con algo que veo y que me inspira o me interpela o seduce, encuentro la forma de apropiármelo. Ya sea dibujándolo, escaneándolo, recortándolo, fotografiándolo o bajándolo, si es en la Web. Luego, navegando en el arcón de estas imágenes, empiezo a encontrar hilos invisibles que las unen, las clasifican y las agrupan. Esta muestra es un compendio de imágenes que en algún momento de mi vida me crucé, y que pacientemente esperaron el momento para salir a la luz.
+ ¿Cómo surge la idea y qué te inspiró a desarrollarla y agrupar esta serie de dibujos en esta muestra?
EB Me gusta pensar esta muestra como un ovillo enmarañado. Una serie de ideas anudadas, desconexas, pero agrupadas. Disímiles, pero amontonadas. La única forma de avanzar sobre ellas es tirando lentamente de ese hilo y avanzando una por una. La primera obra del conjunto de la muestra fue la cueva con estalactitas, que surge de mi reflexión sobre la forma en que mis últimas obras en volumen habían estado todas recubiertas en su superficie por miles de pequeños módulos. Pensé, entonces: «¿Qué es lo que hace que recubra estos volúmenes solamente en la superficie? ¿Qué hay en la profundidad de la materia?» De ahí surgió la imagen de la cueva, un intermedio entre la superficie y la profundidad. No está ni afuera ni adentro. Un intersticio. Una cueva sugirió la otra, la siguiente y luego la otra. Así se fue hilvanando el compendio de imágenes que conforman la muestra.
+ ¿Cómo fue la elección de la técnica? ¿Por qué el grafito?
EB Siento al grafito como un material noble, antiguo, directo, y sin intermediaciones. Lo que proyecto es lo que plasmo. Me interesa sobre todo la posibilidad del sombreado, el trabajo con los valores, los degradés y los grisados. En especial, el trabajo con las superficies. La posibilidad de sumar capas de pasadas e ir creando, dando forma y sentido a cada obra. El grafito me conecta con esa sencillez porque lo siento accesible, simple y muy moldeable. Es de alguna manera un material clásico, donde pareciera que ya nada queda por descubrirse. Sin embargo, creo que eso es lo que le da su contemporaneidad.
+ ¿A qué se debe el nombre Río III?
EB Mi familia materna es cordobesa. Mi abuelo tenía una casa en la ciudad de Embalse Río Tercero, donde pasé todos los veranos de mi niñez y adolescencia. Es un lugar que quedó grabado en mi memoria como un refugio, un lugar idílico en donde la fantasía y la imaginación todo lo podían. La casa quedaba a 400 metros de la central nuclear -de ahí la imagen en la obra-, y el nombre juega un poco con la intensidad del recuerdo de aquel lugar y con el hecho de que ésta sea también mi tercera muestra individual.
+ ¿A qué se debe la idea de hacer una muestra con tres actos musicalizados?
EB La música me acompañó durante toda mi vida. Diseñé decenas de discos y universos visuales para infinidad de bandas de la escena indie y mainstream nacional; entonces me pareció que sí o sí en la presentación debía darse una superposición entre lo visual y lo sonoro. El hecho de que sean tres instancias, tiene que ver con la estructura narrativa clásica de «introducción, nudo y desenlace». Estamos viendo la posibilidad de generar distintas lecturas, además. También pensamos en mover las obras, agregar algunas, cambiar los lugares y generar nuevos recorridos en cada edición. Serían tres universos diferentes que van a ser musicalizados de forma distinta; o tres posibilidades distintas de entrada a un mundo.
+ ¿Quiénes te acompañan en cada uno de esos actos?
EB Cada uno de los artistas que toca me acompañó en el proceso de creación de esta muestra. Monoto Grimaldi y David Nahón van a hacer una interpretación en clave DJ, y el cierre va a contar con la banda Bicicletas tocando en vivo, generando climas y canciones cuyo disparador son las propias imágenes de la muestra. Monoto Grimaldi es el ex bajista de Miranda!, gran amigo, eximio productor musical y actual fundador de Club Cairo. David Nahón es un artista multiforme. Sacó discos, escribió libros, e incluso también coquetea con la clínica de obra y el psicoanálisis. Bicicletas es la banda de mis hermanos de la vida. Desarrollé el universo visual que los acompaña desde el día cero, en todas sus facetas. Ningún proyecto mío pudo existir sin que ellos estén presentes de alguna manera.+