Proyecto de renovación total de una vivienda de dos plantas en semisótano en un edificio de 1924 situado cerca del Park Güell, en Barcelona.
Las habitaciones carecían por completo de luz y ventilación, y la comunicación entre las diferentes plantas del edificio era complicada. El sótano inferior llevaba años prácticamente abandonado, y su acceso sólo era posible mediante escalera exterior.
Este deficiente punto de partida exigía una intervención integral. A su vez, planteaba un reto apasionante: transformar las dificultades en la oportunidad de conseguir una vivienda única y de marcada personalidad.
La primera decisión consistió en redefinir los usos de cada espacio y articular los diferentes niveles de la construcción. A continuación fue preciso elegir los materiales (artesanales y en tonalidades naturales), más adecuados para favorecer la conexión de los espacios y de repartidos en cinco plantas y con dos salidas libres hacia el exterior, comunicadas entre sí.
Desde abajo hacia arriba, el sótano inferior se convirtió en una luminosa habitación en suite y con salida a un patio. Para integrar esta planta en el conjunto de la vivienda y ofrecerle un acceso desde el interior fue preciso excavar 1,2 metros de terreno, necesarios para construir una escalera.
Esta intervención determinó por completo el carácter de la vivienda y se convirtió en un elemento central. La excavación creó un espacio de doble altura, rodeado de muros de contención de hormigón visto. Para reforzar la estructura se introdujo un forjado de madera que funciona como un filtro translúcido entre espacios, los baña de calidez y al mismo tiempo crea una escultura de listones con gran fuerza visual. Por un lado, los listones horizontales de madera que marcan la transición entre plantas; por otro, los listones verticales utilizados para la mesa del estudio y para la construcción de un banco.
Esta estructura de madera corona el espacio destinado al comedor, un amplio espacio que articula el acceso hacia la cocina, el aseo y el trastero, presidido por una chimenea de hormigón lacada al horno, que a su vez tiene la función de peldaño para acceder a la zona de estar. En la planta superior se ganaron diferentes usos con la creación de un estudio, aseo, ducha y, como elemento central, un dormitorio con vestidores que conectan con la zona de estar.
En la sala, los armarios de la habitación superior se prolongan en forma de librería de escritorio. Justo por debajo del mencionado vestidor, se crea un “tokonoma”: pequeño espacio elevado sobre un “washitsu” (cuarto de estilo japonés), cuyos objetos contenidos en él son elementos esenciales en la decoración tradicional japonesa. Más allá de los diferentes niveles y usos, todos los espacios de la casa dialogan con gran fluidez, y entablan una relación de continuidad gracias al pavimento marrón-rojizo de la cerámica hidráulica.
La necesidad de ganar luz natural en los interiores se resolvió con la creación de nuevas aperturas, en la de la entrada. Con ellas se consiguió crear el efecto de pozo de luz y se garantizó también la ventilación cruzada de la vivienda. Con el fin de mejorar la eficiencia energética se decidió aplicar soluciones de aerotermia, que permite captar energía del ambiente para alimentar la calefacción radiante, así como ACS y francoil para asegurar un buen funcionamiento en todos los espacios y niveles. Una obra de Masaaki Higashi & Esther Mir.
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