La experiencia de vestirse en La Restinga

La Restinga propone la mejor moldería, las telas y la confección de excelencia. El cliente se dispone a elegir y a armar sus propias prendas de sastrería, camperas de cuero y zapatos únicos. Con todo, el gran diferencial es la experiencia.

Niceto Vega al 5100, en Palermo. Una casona de 1929 bien conservada, cuya fachada no llama particularmente la atención. Una vez dentro, todo cambia. «¡Buenas tardes! ¿Cómo estás? Te estábamos esperando…» Comienza la experiencia en un espacio totalmente reciclado, con total respeto por el estilo original de la construcción.

Pasillo con mosaicos en damero negros y blancos. A la izquierda, se abre un ambiente amplio, donde se cuelgan camperas de cuero y abrigos, y se apilan sweaters de guanaco certificado, cashmere y pelo de angora. También hay sombreros y zapatos de cuero, de inconfundible estilo italiano. Hacia la derecha, más sombreros, cinturones y casi un entero ambiente dedicado al probador.

Más adelante, un pequeño living y una barra con una amplia variedad de whiskies escoceses, vinos, cafés, tés en hebras y chocolates suizos. Buena música. En el primer piso se ubica la línea de sastrería, el punto fuerte y diferencial de La Restinga, la marca fundada por Nicolás Márquez en 2015, que emplea sólo telas italianas e inglesas, y confección 100% nacional. 

El corazón de la casa es el patio con terraza, donde se realizan reuniones de catas y degustaciones vinculadas a las otras marcas de lujo que acompañan la iniciativa. La idea es que quien ingrese a La Restinga -previa cita-, abandone las preocupaciones del día, y disfrute de una hora reservada para vivir una experiencia de compra única, muy alejada del formato shopping.

UNA SERIE DE MOMENTOS WOW

Este proyecto que comenzó como un club de caballeros, con el tiempo incorporó la sastrería de mujer. Así, cada cita agendada en La Restinga se convirtió en un esperado espacio de reunión familiar, donde cada integrante podrá encontrar alguna prenda que lo seduzca. Porque más que vestirse con prendas exclusivas, el cliente de La Restinga busca vivir un buen momento en torno a la vestimenta, lo que implica co-diseñar las prendas con la ayuda de los asesores de moda de la tienda.

“La Restinga es mucho más que una marca de ropa. Es una sumatoria de detalles, para que digas Wow cuando entrás a la casa; Wow por cómo te reciben. Si es tu primera vez, que te cuenten la historia de la casa, de la marca; que te tomes algo y digas Wow, y que cuando vayas a buscar algún producto, te cuenten todo: de dónde trajimos el cuero, el herraje, la forrería. Esto no lo hace ninguna marca”, nos cuenta Nicolás. “Si hay que hacer algún retoque a la prenda, tenemos una sastre in house que lo hace en el momento. Y si estás apurado, tenemos un servicio de entrega de la prenda a domicilio. Tratamos de generar una experiencia 360º, para que toda la atención sea Wow”.

Nicolás Márquez, fundador de La Restinga
ARMAR UNA PRENDA ÚNICA

En La Restinga, cada cliente tiene una ficha técnica con sus medidas. Existe una colección de casi 200 trajes terminados, más de 60 smokings, más de 100 sacos, más de 100 camperas con talles del S al XXL. En la línea de sastrería, los talles van desde el 46 al 60. En base a los modelos disponibles, el cliente empieza a jugar con las solapas, las telas, la forrería, y concluye por armarse una prenda única e irrepetible. En cuanto a las camisas, pueden elegirse cuellos, puños y hasta bordados a mano. Nicolás Márquez nos cuenta un poco más.

+¿La mujer también puede llevarse un outfit completo en La Restinga?

Lo que le ofrecemos a la mujer es lo que mejor sabemos hacer: la línea de sastrería completa, que es muy difícil de encontrar en Argentina, especialmente, con las telas que traemos, nuestra moldería, las terminaciones a medida y nuestra experiencia. Tenemos el mismo sistema de muchas marcas europeas: tres modelos de pantalones (desde un Oxford a un chupín, o uno con pinzas), tres modelos de pollera (tipo babucha, con tablas, etc.), cuatro o cinco modelos de blazers, dos o tres sobretodos, dos o tres chalecos. Entonces, ¡a jugar! Combinás este pantalón o esta pollera con este saco. Y una vez que lo armás, podés cambiarle la solapa, elegir la forrería. Ahora conseguí una seda italiana muy linda, y voy a hacer una línea de blusa muy suelta, en dos o tres talles.

+¿Cómo funciona la venta de zapatos?

Para mí, el zapato es hoy lo más difícil de vender, porque se tienen que dar múltiples factores. Primero, te tiene que gustar el zapato. Luego, te lo tenés que probar y te tiene que quedar cómodo, y existen miles de pies distintos (con empeine alto, ancho). Y tenés que estar dispuesto a pagar lo que vale el zapato. Hacemos un zapato tan bueno, que no se consigue en otro lado.

+Para el verano, seguro se vienen los linos…

Sí, ¡a morir! Mucha bermuda y saco de lino, en distintos colores y para todas las edades. Incluso, para la mujer hicimos una línea de sastrería en lino buenísima. El verano pasado vendimos más de 100 ambos de lino; algunos con chaleco. El ambo de lino te da una gran versatilidad: podés usar sólo el saco, que te lo podés poner con una bermuda; o sólo el pantalón con una remera. No tenés que usar todo como una prenda única. Entre octubre y marzo colapsamos, porque fue el boom de los casamientos y los eventos que estaban retrasados por la pandemia. El hombre venía a buscar su traje de lino porque le servía para muchas ocasiones. 

+¿Planéas abrir nuevos locales de La Restinga? 

Mi idea es llegar a diez capitales con la bandera de la industria nacional, con una confección argentina, con un producto de lujo, con una experiencia única. Estamos preparando el desembarco en México DF y en Estados Unidos. Quiero que haya una sola tienda por país, y que el miembro La Restinga de Buenos Aires pueda ir a Miami o a DF, y también se sienta como en casa. 

Mientras estamos terminando la charla, tres hombres se acercan a saludar afectuosamente a Nicolás. Son un padre y sus hijos, clientes fieles que eligen encontrarse cada tanto en La Restinga para pasar un buen momento juntos, tomar algo, y elegirse alguna prenda. “Lo que acabás de ver, es lo mejor de todo esto: la familia que hemos formado con nuestros clientes, que vienen porque se sienten cómodos, como en casa”.+