Dante Choi, fundador y presidente de Peabody

Dante Choi: “El diseño argentino nos dio identidad”

A poco de cumplir 20 años, Peabody refuerza su vínculo con el diseño argentino, lanzando la 2º edición de su Premio dirigido a estudiantes. Un diálogo con el fundador de la compañía Dante Choi, que asegura que el diseño le dio a Peabody identidad y reconocimiento en el mercado.

En su amplia oficina en el barrio de Palermo, Dante Choi exhibe el Diploma del Inmigrante Destacado, que el 3 de septiembre pasado le entregara el Ministerio del Interior: un reconocimiento que lo emociona mucho, al recordar que a los 12 años llegó a la Argentina desde su Corea del Sur natal y, aunque se mantuvo indocumentado durante largo tiempo, logró terminar el colegio y hasta empezar la facultad. En 2003 fundó Goldmund S.A., la empresa de electrodomésticos que en 2004 adquirió la marca Peabody y la relanzó al mercado, valiéndose de una herramienta muy poderosa: el diseño.

“¿Por qué me dieron este diploma? Yo creo que un inmigrante es aquél que deja su lugar en el mundo, su identidad, para reinventarse y ocupar un nuevo lugar en el mundo y formar una nueva identidad cultural y social, que es lo que hice yo. Para mí, ese proceso fue muy costoso; me llevó toda la vida. Vivo en Argentina hace 45 años, y creo que siento más apego al país que alguien nacido acá”.

Para quien la identidad es un valor esencial; también lo es para su empresa. “Estoy muy agradecido con el diseño argentino, porque nos dio identidad marcaria e identidad como empresa, nuestro propio lugar y reconocimiento en el mercado. Y para mí es importante tener una identidad; creo que esa necesidad viene del hecho de que soy inmigrante. Tenemos una deuda muy grande con el diseño, y por eso lanzamos el Premio Peabody al Diseño Argentino”.

CUANDO PEABODY Y EL DISEÑO SE ENCONTRARON

Aunque Dante Choi fundó la compañía hace casi 20 años, los primeros 10 fueron de búsqueda para encontrar el propio camino. Como históricamente Peabody era fuerte en heladeras, lo primero que hicieron fue importarlas desde Brasil. Más adelante, y por las circunstancias económicas del país, comenzaron a producir, pero hacían lo mismo que otras empresas.

El gran cambio se dio cuando, al cumplir 40 años, Dante hizo su primer viaje a Europa. Quería conocer la Cuna del Renacimiento, y se enamoró de Florencia. El encuentro con el David de Michelangelo en la Galleria della Accademia fue definitivo. “Miguel Ángel había hecho algo tan perfecto como el David a los 21 años, y lo que yo estaba haciendo como empresario de electrodomésticos era tan mediocre, que me propuse cambiar. Cuando volví, decidí que ya no iba a hacer lo mismo que hacían todas las empresas, y consciente o inconscientemente, comenzamos a incorporar diseño”.

+¿Cuál fue el primer producto de la nueva etapa Peabody?
El vitroconvector es el primer producto diseñado y producido por nosotros. En su diseño intervinieron Hugo Legaria y Fernando Poggio. Luego tuvimos colaboraciones con varios artistas, aplicamos diseño, colores, registramos la marca “Living & Art”. Y creo que ahí empezó la verdadera historia de nuestra compañía: cuando encontró su lugar a conciencia, su camino a seguir, su ubicación en el mercado.

+¿Hoy tienen un equipo de diseño in house?
Sí, tenemos un equipo propio de diseño, y trabajamos con el estudio xCruza. Además, tenemos un Departamento de Desarrollo liderado por Guillermo Duodero, un ingeniero electrónico cuya función es esencial en el proceso de lanzar un nuevo producto.

+¿Este equipo participó del desarrollo del eTermo?
Sí, junto con el estudio xCruza. El eTermo fue propuesto por un estudiante que trajo la idea y ganó la primera edición del Premio Peabody. Pero había que trabajar y traer esa idea a la realidad. Fueron 5 años de desarrollo para hacerlo posible: por cada problema técnico que encontrábamos, trabajábamos en una solución; y por cada solución, aparecían tres problemas más. Fue muy difícil, pero estamos muy felices porque lo pudimos superar. Perseveramos mucho y siempre tuvimos fe en el producto; eso fue muy importante.

+Como producto, el eTermo es una genialidad, porque es el primer termo que calienta el agua y además, es todo en uno: la tapa es el mate y la bombilla se esconde dentro de la manija. Y fue multipremiado…
¡Ese producto nos da una satisfacción inmensa! En términos de ventas, significa un monto de facturación muy importante; es un éxito comercial rotundo. Y con ese producto ganamos el Red Dot Awards en dos categorías: electrodomésticos y productos innovadores, obtuvimos el Sello de Buen Diseño argentino, y nos seleccionaron en la BID, la Bienal Iberoamericana de Diseño. Entonces, ¿qué más querés? (risas).

PREMIO PEABODY: COMPROMISO CON EL DISEÑO ARGENTINO

Dirigido sólo a estudiantes de diseño de carreras de grado, el Premio Peabody alienta a las nuevas generaciones a explorar sobre nuestra cultura y nuevos escenarios de la vida cotidiana, con el objetivo de proponer ideas que jamás hayan sido pensadas y conceptos que aún no han sido ideados. Se invita a pensar el diseño con una visión amplia, proponiendo productos, sistemas, interfaces e incluso, ideando nuevos formatos de negocios.

+La nueva edición del Premio Peabody tiene un concepto bastante más amplio: se reciben ideas, productos, hasta modelos de negocio…
Sí, primero nos enfocamos en que apliquen sólo estudiantes, porque me di cuenta de lo importante que es el aporte de la visión de la nueva generación, y conocer cuáles son las ideas burbujeantes que tienen los chicos. Esta segunda edición es una afirmación de nuestro compromiso con el diseño argentino, y es también parte de nuestra continua búsqueda de nuevas ideas. Espero que este premio funcione como una plataforma para intercambiar opiniones, y me gustaría de alguna forma representar al diseñador argentino en el exterior, como cuando ganamos el Red Dot en Alemania: llevamos el catálogo del Sello de Buen Diseño, se quedaron impresionados por el trabajo de los diseñadores argentinos, y hasta nos propusieron hacer una muestra de allá. ¡Me encantaría hacer eso! Bueno, espero muchas cosas de este concurso… (risas).

Espacio Cultural Peabody

+La consigna del Premio es “Vivir dentro y fuera del hogar”. ¿Qué significa esto?
Con la pandemia, cambió mucho nuestra relación con los espacios. La idea es ver al hogar como lo principal, la base, y todo lo que se pueda ofrecer como valor agregado para la vida dentro y fuera del hogar. No importa si no es un electrodoméstico; puede ser un mueble, o lo que sea. Si tiene excelentes funciones, ideas nuevas, aporta algo nuevo, es algo inexistente, o resuelve una nueva necesidad, podemos considerarlo.

+Tanto los proyectos ganadores como los seleccionados participarán de una muestra en el Espacio Cultural Peabody. ¿De qué se trata este espacio?
Cuando inauguramos el edificio en donde estamos (en Palermo), mi idea original era construir el Café Peabody, pero preferí armar un espacio cultural que nos permitiera relacionarnos con la comunidad: dos o tres veces por semana se dan clases de cocina, a las que asisten alrededor de 50/60 personas, gracias a un acuerdo con la aplicación Cookapp. Hicimos degustaciones de mate, de vino; y eventos como el lanzamiento del Premio Peabody. En el local a la calle está la galería donde se van a exponer los premios; queremos que sea un lugar de interacción de estudiantes y profesionales. ¡Los invitamos a venir!

+¿Qué esperás que suceda con esta nueva edición del concurso?
¿Nunca te conté la historia de este cucharón? (N. del E.: Estamos en la recepción de Peabody, frente a la fotografía enorme de un cucharón). Ésta es la foto de un cucharón que hizo mi papá, que nació en Corea. Durante la guerra con Japón fue hecho prisionero, y estuvo dos años en un campo de concentración. Allí encontró un trozo de metal que habían tirado los norteamericanos, y se preguntó qué podía hacer con eso. Hizo una matricería con madera, cortó el metal con una tijera, y empezó a golpear con paciencia hasta lograr este cucharón. Para mí, es el símbolo de la resiliencia y la proactividad, de no perder la esperanza, de poder superar la adversidad. Yo me inspiro con este cucharón. Para mí, obviamente, tiene una carga emotiva muy fuerte. Pero pensando como empresario, este cucharón tiene un diseño simple, existe hace más de 70 años y lo seguimos usando, fue hecho con material recuperado. Es sustentable, y como producto es insuperable. Todos los días me pregunto cuál es mi cucharón. Entonces, ¿qué espero de los estudiantes? Espero eso, que me digan cuál es su cucharón.+

PARA AGENDAR

Premio Peabody 2023

Temática: Vivir dentro y fuera del hogar

Descargá las bases y condiciones del concurso

Bajá de acá la guía de participación

Las inscripciones se realizarán a través del sitio Web www.premiopeabody.com.ar hasta el 1º de marzo de 2023.

¿Tenés consultas? Escribí a [email protected]

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