La marca argentina obtuvo la distinción por su línea de licuadoras, destacada por su identidad visual, funcionalidad y coherencia estética.
En su décimo tercera edición, el Sello de Buen Diseño Argentino (SBD) volvió a reconocer a Peabody por su aporte a la innovación local. La marca de electrodomésticos fue distinguida esta vez por su línea de licuadoras diseñada por el estudio XCruza, seleccionada dentro de la categoría Productos para el hogar, oficina y recreación por el Ministerio de Producción de la Nación.

El jurado valoró el desarrollo de una identidad propia, la simplificación tecnológica, la definición de funciones y la cuidada elección cromática y material. El resultado, según la evaluación, es una familia de productos coherente, competitiva e innovadora.
Esta distinción no es nueva para Peabody: con las licuadoras, ya suma cinco productos reconocidos con el Sello de Buen Diseño. El primero fue el Holder Cook BOOK (2018), seguido por el Caloventor de Pared Vitro Split (2019), el Calefactor BiVitro (2020) y el eTermo (2022), que trascendió fronteras como ejemplo de diseño argentino contemporáneo.
Desde su creación, el Sello de Buen Diseño busca visibilizar el trabajo de empresas, pymes y cooperativas que integran el diseño como estrategia industrial. En sus 12 años de existencia, se presentaron 4848 proyectos, de los cuales 2208 alcanzaron la distinción oficial, otorgada por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía.
“Recibir nuevamente este reconocimiento no sólo nos impulsa a seguir creando con propósito, sino que también refuerza nuestro compromiso con la excelencia y con el desarrollo de propuestas pensadas para mejorar la vida diaria de quienes nos eligen”, expresó Dante Choi, fundador y presidente de Goldmund S.A., la empresa detrás de Peabody.
Más allá del galardón, el caso de Peabody pone de relieve la importancia del diseño industrial en la consolidación de una identidad productiva nacional. En un contexto en el que las marcas locales apuestan por la innovación como herramienta de competitividad, reconocimientos como el SBD se vuelven una señal alentadora para la industria argentina.+

