El concepto de este chalet es el resultado de la topografía accidentada de su sitio, un terreno inclinado en el que el proyecto está anclado en la roca madre, revelando una arquitectura angular y monolítica.
Su forma y su expresión más minimalista permiten una compactación óptima y una huella reducida en el sitio. Su planta cuadrada está coronada por un techo a dos aguas simétrico que refuerza su apariencia geométrica.
En el interior, el espacio revela una altura debajo de las viguetas expuestas que le da una sensación de verticalidad a este espacio contenido. Visible desde los espacios de vida, la estructura entrecruzada del techo hace eco del nombre del lago al recordar el esqueleto de un pez, al igual que su color inmaculado.
El modesto presupuesto lleva a la optimización de los espacios del chalet: reducción de áreas de circulación, creación de espacios compactos, agrupación de servicios y enmarcado de vistas hacia el paisaje. También tiene como objetivo componer con una paleta de materiales simples y asequibles. Por ejemplo, los paneles de chapa de arce constituyen las unidades de almacenamiento integradas.
El resultado es una arquitectura inusual, simple y monocromática. Obra de naturehumaine.
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