Una luminaria pensada para un concurso de diseño y la posibilidad de producirla a pequeña escala dio nacimiento a iMdi, una marca de iluminación que hoy posee más de 150 piezas en su catálogo. Una visita a su showroom/oficina, taller y depósito.
Un enorme galpón sobre la calle Céspedes, que hoy es oficina y showroom. Otro galpón gigante en donde se instala la fábrica; y un tercero, que oficia de depósito. Los tres espacios, distribuidos en un radio de quince cuadras en el barrio de Colegiales, en la ciudad de Buenos Aires, para poder llegar fácilmente de uno a otro.
Hoy, iMdi funciona con un equipo de veinte personas que cubren las cuatro áreas de la empresa: diseño, producción, administración y ventas, con la dirección general de un ingeniero Mecánico (Martín Freijo) y un diseñador industrial (Martín Wolfson). iMdi diseña, produce y comercializa luminarias de mesa, de pie, colgantes y apliques en aluminio, acrílico, fieltro y algo de madera, valiéndose de tecnologías que permiten lograr piezas de buen diseño y excelente terminación, que emplean los mejores materiales, y a precios razonables.
La luminaria de pie HiHat que Martín Wolfson y Darío Fischman presentaron en 2002 a un concurso de diseño organizado por la Cámara del Cobre, fue rediseñada entre Wolfson y Freijo, producida en pequeñas series y de manera muy artesanal, para dar comienzo a un emprendimiento que desde 2007 continúa creciendo.
Entre los distintos modelos y terminaciones, el catálogo de iMdi ofrece más de 150 opciones de luminarias que se comercializan en casas de iluminación y decoración de todo el país, y son las elegidas por arquitectos y lighting designers para equipar sus proyectos de hotelería, gastronomía, oficinas, espacios comerciales y residenciales. En pleno lanzamiento de nuevos productos y en vías de expandirse al mercado regional es que Martín Wolfson nos recibe en iMdi, para mostrarnos el detrás de escena de esta empresa argentina que “siempre está mirando hacia adelante”.
DE LUMINARIAS Y TECNOLOGÍAS
Cómo imaginar que al traspasar un portón de hierro en el tranquilo barrio de Colegiales, existe un universo de luminarias de diseño y producción local, que seguramente hemos visto incontables veces en restaurantes, cafeterías, hoteles, tiendas, oficinas, y en muestras y exposiciones como Casa FOA o Estilo Pilar, y en eventos como los que organiza el Distrito Arenales. Las luminarias de iMdi están en todos lados. Forman parte del paisaje argentino, gracias a su estilo contemporáneo, calidad y versatilidad de uso.
“Roma es la nueva luminaria que lanzamos. Son estos cilindros de colores en fieltro que tienen distintos tamaños y se desarrollaron para las oficinas de Google en Puerto Madero, a partir de un proyecto del iluminador Pablo Pizarro”, explica Martín sobre las primeras lámparas que cuelgan en el showroom. Es que muchas de las piezas de iMdi surgen de proyectos específicos, para después incorporarse al portfolio de la marca.
+¿Cómo se fue construyendo el catálogo de iMdi?
El primer producto fue la HiHat de pie que hicimos en aluminio y en pequeñas series, con una tecnología que se llama repujado, que permite hacer series bajas, con una terminación matrizada y de buena calidad. Después diseñamos el plato colgante, que era la misma pieza repujada de la HiHat. Hicimos otro modelo, y así se fue generando la familia. A su vez, muchos productos van apareciendo gracias a arquitectos o iluminadores que se acercan buscando determinada pieza para un proyecto, que terminamos desarrollando y sumando al catálogo. Es el caso de Cavia, que se pensó para el proyecto del restaurante Casa Cavia: aparecieron distintas medidas, el plafón, el aplique basculante que se hizo luego más corto para respaldo de cama; surgieron apliques de pared (bidireccionales o unidireccionales en distintos tamaños), se hizo el spot, la versión de mesa, de pie. La familia fue creciendo para cubrir todas las necesidades de uso.
+¿Qué otras tecnologías utilizan?
Acrílico en tubos, en planchas y termoformado; fieltro. Las pantallas de los veladores HiHat, por ejemplo, son de rotomoldeo, una tecnología que te permite hacer piezas de gran volumen con muy buena terminación, porque partís de una matriz. Y manejás una escala no tan grande como en la inyección de plástico, con lo que la inversión en matricería no es tan onerosa, y fácilmente absorbible por una empresa de nuestro tamaño, donde la producción es acorde a la venta. Y siempre con la idea de que no se vea la fuente lumínica, que puede ser una lámpara que se maneja mediante una app para dimerizar y cambiar la temperatura de color, o bien tiras o plaquetas de LED.
+¿Cómo es el caso de las luminarias con fieltro?
El «fieltro» es PET (el reciclado de botellas de plástico) y es un material acústico. Lo empezamos a usar en la lámpara Shade, que no es un diseño nuestro, sino de Juan Kayser y Darío Fishman, que la habían diseñado en gran formato para los espacios de coworking Urban Station, y les propusimos hacer una adaptación para fabricar y comercializar nosotros. Primero la hicimos con Sintra -que es como un PVC espumado-, y después surgió la posibilidad de hacerla en fieltro, y empezamos a jugar con los tamaños. Más tarde, sumamos el fieltro en los apliques Eclipse, que también hacemos en aluminio y en madera. Empezamos a jugar con las formas y lanzamos la tipo Stone, que llamamos así porque parecen piedras.
+¿Cómo manejan la aparición de nuevas fuentes de luz? Hay artefactos que seguramente tuvieron que modificar en base a lo nuevo…
Cuando nació la HiHat, llevaba una lámpara de cuarzo de 300 watts, que hoy es impensado por el consumo… Cuando aparecieron los LEDs, empezamos a diseñar artefactos que lo tienen incorporado, y otros que traen el portalámpara para poner la lámpara LED. Esto trajo un montón de ventajas para el diseño, como en el plato HiHat colgante que es ultra chato, o la lámpara de mesa Tokio que es un perfil de 5 mm de espesor, y no admiten otra fuente lumínica que no sea una tira de LED. A su vez, tenemos varias plaquetas de LED con diseño propio: diseñamos la forma y le decimos al proveedor qué cantidad, temperatura y color del LED necesitamos.
+¿Cómo hacen para estar actualizados todo el tiempo?
A nivel mundial, hay dos grandes ferias de iluminación que se hacen cada dos años y se alternan: Euroluce en el Salone del Mobile.Milano sobre iluminación decorativa y Light & Building en Frankfurt, que es más técnica. El equipo se reparte para visitar ambas. Y los proveedores también te van actualizando en cuanto a nuevas tecnologías.
+¿Cuál dirías que es el producto estrella de iMdi?
Durante años le tuve mucho cariño a la HiHat porque fue la primera, y porque la luz indirecta queda muy bien, y se puede dimerizar. Fue la lámpara más vendida por mucho tiempo. Hoy, la Cavia de pie es un producto que anda muy bien. Y toda la familia Puma de tubos de acrílico; sobre todo, el aplique de pared. Esa luminaria se pensó para las estaciones de servicio Puma, y luego se hicieron para los baños de una de las torres de WeWork. Fueron 650 artefactos instalados en tiempo récord: desarrollamos un chasis que se colocó antes de que empapelaran, y luego se sumó el artefacto. Aprovechamos esta experiencia para que desde ese momento el artefacto se instalara así de fácil, y se sumara al catálogo.
DE EMPRENDIMIENTO A EMPRESA
De empezar fabricando la HiHat en el living de la casa de Martín Freijo a tener tres espacios y manejar un equipo de veinte personas. En general, cuando un pequeño emprendimiento se transforma en empresa, los diseñadores suelen lamentarse de que ya no tienen tiempo para diseñar. ¿Cómo viven esta evolución los socios fundadores de iMdi?
“El crecimiento del proyecto fue muy gradual. Durante muchos años, Martín tenía su trabajo como ingeniero y yo como diseñador primero, y luego como director en el Estudio Cabeza, y a iMdi le dedicábamos tiempo extra laboral. En el taller había gente trabajando, y de a poco fue creciendo. Hasta que en un momento, la empresa empezó a tomar cierto volumen, y primero yo me animé a dar el paso. Para que funcionara, me tenía que meter a pleno. Durante la pandemia, el crecimiento fue exponencial. Y a partir de ahí, en los últimos cuatro años, no frenó”, explica Wolfson. “Me encanta diseñar, participo de las reuniones, tengo ideas, opino. Soy muy inquieto, me encanta meterme en un montón de cosas. Son etapas en la vida. El equipo está buenísimo, y todos aportan. Hay gente de muchos años, hay gente que está antes que yo… (risas)”.
SER CONTEMPORÁNEOS
La iluminación se divide en lámparas decorativas y lámparas técnicas, profesionales. iMdi está en el rubro de los artefactos decorativos, pero les sumó tecnología y los profesionalizó. Entonces, los arquitectos y los lighting designers que equipan oficinas, espacios gastronómicos o locales comerciales, empezaron a usar sus artefactos porque les resolvían lo estético y lo técnico, más lo acústico.
+¿Cuál creés que es el diferencial de las luminarias de iMdi?
Buscamos que nuestros productos sean de muy buena calidad, pensar bien los materiales, trabajar muy bien los detalles. Tratamos de que las formas sean puras, proporcionadas; los colores más bien neutros. Diseñar un producto lleva mucho tiempo desde que surge la idea o aparece un requerimiento, al diseño, el desarrollo, la producción, que se conozca, que se instale y se venda. No sirve que en seis meses el producto te aburra. Nuestros artefactos son más bien contemporáneos.
+iMdi suele participar de muchos eventos y muestras…
Parte del crecimiento de la marca tiene que ver con el trabajo que hacemos de comunicación. Mi sueño es ser el líder de la iluminación decorativa en Argentina, y la verdad, es que uno no sabe… Soy diseñador, un hacedor, y le pongo muchas ganas a nuestro proyecto. Uno va haciendo y corrigiendo, y la marca se va creando por todas estas cosas: por estar, por tener presencia, por hablar con uno y con otro, por vincularse.
+¿Cómo imaginás el futuro cercano de iMdi?
Estamos lanzando muchos productos nuevos y explorando el mercado externo, sobre todo el regional (Uruguay, Chile y Paraguay), y sumarnos en más proyectos de interiorismo. La idea es seguir creciendo, siempre que el país acompañe. Por nuestra parte, estamos siempre mirando hacia adelante.+