En un mundo atravesado por tensiones políticas, incertidumbre económica y transformaciones sociales profundas, la edición 2025 del Salone del Mobile.Milano volvió a posicionarse como un faro para la industria del diseño. No sólo como una vidriera de tendencias, sino como lugar de encuentro, reflexión y proyección a futuro.
El Salone del Mobile.Milano siempre ha sido una cita ineludible para observar hacia dónde va el diseño. A partir de la observación de marcas consagradas y nuevos proyectos, propongo estas seis claves para entender qué tipo de creatividad se está promoviendo hoy, desde Milán al mundo. Y, sobre todo, qué tipo de vida imaginamos al diseñar.



1. VIVIR MÁS DESPACIO, PARA VIVIR MEJOR
El slow living ya no es sólo una estética aspiracional. Hoy se convierte en una necesidad existencial. En esta edición del Salone, marcas como Tacchini, Arper, MDF Italia o Moooi presentaron entornos que no se limitan al uso doméstico o el contract, sino que invitan al descanso, al encuentro, a una pausa activa.
Las formas suaves que predominaron en muchas propuestas también responden a esta necesidad: envolver, acompañar, sostener. El sofá Bread and Butter, diseñado por Faye Toogood para Tacchini, lo expresa con belleza: “Los bloques fundamentales de la felicidad y la salud doméstica», como lo describe la propia diseñadora.

Knoll presentó la Perron Bun Lounge Chair diseñada por Willo Perron, como una experiencia envolvente entre sillón, sofá y cama. Un refugio para el cuerpo que traduce el deseo contemporáneo de descanso informal y dinámico. También se destacaron piezas como la colección Ancora de Ronan Bouroullec para Magis: mesas de hormigón que combinan fuerza escultórica y sensualidad. Nuevas formas para nuevos rituales.



2. FLEXIBILIDAD REAL, NO SÓLO MODULARIDAD
La flexibilidad se sintió menos como un concepto abstracto, y más como una necesidad funcional. Aku, de Cecilie Manz para Maruni, es un biombo plegable que redefine los límites del espacio, de forma suave y elegante. La empresa Clei mostró cómo transformar ambientes reducidos a lo largo del día, con sistemas que no sólo optimizan el espacio, sino que lo vuelven habitable desde la elegancia y el confort.



Desalto presentó el sistema modular de sillones Sum diseñado por Francesco Rota, con módulos intercambiables que permiten múltiples configuraciones adaptándose a necesidades cambiantes, gracias a un sistema que permite modificar la disposición de módulos y accesorios. Este tipo de propuestas entienden el mobiliario como una herramienta para reorganizar la vida cotidiana en movimiento.


3. SOSTENIBILIDAD EMOCIONAL Y MATERIAL
Muchas marcas ya no hablan de sostenibilidad: la integran. No es un reclamo, es parte del producto. Los materiales naturales están en auge, pero también los procesos artesanales que revalorizan la materia desde el hacer.
Arper, con la evolución de la Catifa 46, reinterpretó su clásico con una carcasa de plástico 100 % reciclado, texturas táctiles y una paleta inspirada en la arquitectura sostenible. Más que una actualización técnica, una declaración sobre cómo un ícono puede reinventarse desde la conciencia proyectual.

Interesante el foco de la narrativa de una empresa como ClassiCon, poniendo el foco no sólo en el objeto, sino en el hacer. De esta forma, la marca alemana reivindica el valor de la artesanía como lenguaje: productos no masivos, ejecutados con precisión y materiales nobles, gracias a alianzas duraderas con talleres familiares. Esta mirada traslada el valor del diseño desde el producto final hacia el gesto, el tiempo y la calidad del trabajo que lo hacen posible.






Ritzwell destacó con una demostración de detalles artesanales en cuero realizados en vivo, por un maestro artesano. Gestos que vuelven visible el valor del tiempo, la mano y la dedicación.



4. NATURALEZA COMO PARTE DEL ESPACIO, NO COMO DECORADO
La fusión interior/exterior se consolidó este año como una estrategia proyectual clave. Poliform, por ejemplo, presentó una nueva colección exclusiva de productos para exteriores, diseñados por Emmanuel Gallina, sumándose así a muchas otras marcas que en esta edición apostaron con fuerza a las colecciones dedicadas a la vida al aire libre.





Royal Botania, Varaschin y Gervasoni propusieron muebles pensados no sólo para resistir la intemperie, sino para integrarse plenamente al entorno natural, con soluciones materiales distintivas —como el uso del iroko—, y configuraciones espaciales transformables, que actúan como verdaderas extensiones del interior del hogar.




Superficies porosas, materiales nobles, sombras móviles y ventilación cruzada se piensan como parte del lenguaje del objeto. Ya no se trata de llenar espacios con vegetación: la naturaleza aparece como condición, como entorno vivo, como recurso.
5. REDESCUBRIR EL PASADO COMO REFUGIO EMOCIONAL
En un presente saturado de imágenes y urgencias, el diseño encuentra sentido al mirar hacia atrás. Pero no desde la nostalgia vacía; sino desde el deseo de contención. La memoria se vuelve una herramienta: evocadora, sensorial, reconfortante. Diferentes marcas propusieron piezas que reactivan estéticas del pasado con materiales actuales, generando espacios que invitan a la intimidad, al contacto, a la durabilidad afectiva.


Gebrüder Thonet Vienna reeditó el escritorio Boomerang de Enzo Mari, pensado para el trabajo desde casa. Su diseño curvo y transparente comunica cercanía y humanidad, lejos de la rigidez del mobiliario de oficina tradicional.
También se destacó la reedición de la poltrona Loden de Vico Magistretti, relanzada por Kettal como parte de su colección contemporánea. Diseñada originalmente en 1961 para Gavina, la serie —que incluye un sillón y un sofá— se caracteriza por su estructura de madera laqueada con patas cilíndricas y un asiento inclinado con apoyabrazos curvos, que evocan las formas de la emblemática Carimate. La actualización de Kettal mantiene la esencia del diseño original, integrándolo con sensibilidad a un lenguaje actual, donde la memoria proyectual y la calidad material conviven en armonía.




Por su parte, Palomba & Serafini, propusieron para Kartell la silla Belvedere que, gracias al uso del mimbre en las zonas de apoyo, reinterpretan en clave contemporánea la silla de café vienesa, combinada con materiales reciclados.
6. EL DISEÑO COMO ESTILO DE VIDA COMPLETO
Cada vez más marcas parecen abrazar la idea del diseño como visión total: un universo cerrado, coherente, donde cada objeto encaja dentro de una narrativa mayor.
Es lo que Kristalia define como total living project, concepto que celebraron este año en su aniversario número 30, presentando un recorrido desde sus piezas más icónicas hasta nuevas propuestas bajo una misma lógica. Kartell llevó este concepto aún más lejos, interviniendo incluso automóviles, y expandiendo su identidad de marca a nuevos territorios. Varias empresas ofrecieron no sólo productos, sino una visión de cómo se vive, se cocina, se trabaja, se descansa.
Esta idea de diseño como estilo de vida completo tiene potencia, pero también implica un riesgo: que la narrativa suplante al habitar. Frente a eso, el verdadero desafío está en ofrecer herramientas; no moldes. Diseñar mundos abiertos, donde todavía quepa lo inesperado.



CIERRE
Este Salone no trajo respuestas unificadas, pero dejó muchas señales. En tiempos de ruido y exceso, el diseño que se atreve a observar, a filtrar y a proponer desde lo esencial, se vuelve más relevante que nunca. Las formas de vida cambian, y con ellas, las preguntas que debemos hacernos. Hoy, diseñar es una forma de preguntarnos cómo queremos vivir. Y eso, por sí solo, es una poderosa forma de avanzar.+





