Del rock a la calle, el joven cantante creó un estilo propio entre el trap y la música urbana, que invita a la gente a interpretar su estilo como mejor le llegue.
Detrás del talentoso artista de música urbana Seven Kayne, está la historia de un chico que encontró en el freestyle la reconexión con la música, luego de perder el vínculo que tenía con el rock. Cuando Joaquín Cordovero se acercó a la plaza a ver y escuchar una pelea de gallos, había tomado distancia de la banda que tenía con su hermano, en la que tocaba la guitarra y acompañaba con coros. Sentía que su voz no estaba a la altura de otros cantantes de rock y que, tal vez, lo que lo apasionaba no era puntualmente ese estilo. No sabía bien qué era lo que lo atraía de esos ritmos urbanos y desafíos verbales, pero había ahí un movimiento que lo atraía y, de alguna forma, lo mantenía cerca de la música como él sentía que debía ser.
Luego de tres años intensos recorriendo todas las plazas de Buenos Aires, curtiéndose de los códigos del movimiento -de aprender a rimar, improvisar y perderle el miedo a lo desconocido-, Joaquín escuchó a los referentes del género como Duki e Ysy A, quienes alertaban a sus colegas de que lo que se venía era la música. Estudió los artistas que sus amigos le pasaban y transformó sus improvisaciones callejeras en canciones de amor y experiencias juveniles.
CREADOR DE LA NOCHE
Hoy, a más de un año de haber compartido su primera canción en YouTube, Seven Kayne cosecha millones de reproducciones, abrió shows de artistas internacionales como Daddy Yankee y Ozuna, tocó en el Lollapalooza y hace poco viajó a México para tocar en el evento de lanzamiento regional de las Nite Jogger de adidas Originals.
Charlamos con el cantante de Zona Norte sobre su camino hasta la actualidad que está viviendo, la cantidad de metas que tiene aún por conseguir y el agradecimiento eterno al freestyle, que le ayudó a encontrar su camino.
+ ¿Cómo comienza tu relación con la música?
SK Mi familia siempre estuvo muy ligada a la música: mi madre, mi hermano, mis primos. Todos escuchan rock nacional e internacional por lo que, desde que tengo consciencia, toco con la guitarra canciones de ese estilo. Ellos me transmitieron la cultura y el cariño por la música. Y cuando empecé a escuchar por mi cuenta, escogí algo más alternativo: Imagine Dragons o Twenty One Pilots. Con el tiempo, formé una banda con mi hermano en la que él cantaba y yo tocaba la guitarra, pero el camino me terminó acercando al freestyle y ahí aprendí lo que era la rima, componer e improvisar.+¿Cómo fue el traspaso del rock al freestyle?
SK Ya me venía sintiendo distanciado de mi guitarra, u opacado por otros cantantes y amigos que cantaban mejor que yo. Mi malísima conclusión fue que no podía cantar, porque no tenía una voz increíble. En el freestyle y en el rap, sentí que la capacidad de mi voz no era lo importante, sino decir las cosas en la cara de forma creativa, aprender a improvisar y a rimar. El freestyle me llevó a la calle: estuve dos o tres años en las plazas y me curtí mucho; conocí lo urbano y lo que significa ese ambiente y cultura. Entendí qué es el underground y moverse sin zonas ni locación, por cualquier lado de Buenos Aires. Recorrí todos los barrios, conocí el Sur, el Norte me lo pateé todo, el Oeste… No tenía un espacio fijo, ni una plaza propia. La hacíamos nuestra con mis amigos cuando llegábamos. Conocí zonas que en mi vida pensé que iba a pisar.
+¿Qué es lo que te dio el freestyle?
SK Con el freestyle yo aprendí a rimar, componer, improvisar, comunicar, redactar y emplear mejor las relaciones con mis amigos. Me enseñó a no tenerle miedo ni a los desconocidos y ni al desconocido. El freestyle me dio hambre de mejorar y progresar.
+¿Cuándo empezás a componer? ¿Lo hacías antes del freestyle, cuando hacías rock?
SK No, cuando estaba en la movida del freestyle y de las batallas creí que mi camino era ése; así que no componía, sólo improvisaba. En un momento, algunas figuras clave del movimiento empezaron a decir que lo que se venía era la música, que todo iba para ese lado, y que estuviésemos atentos, porque había un movimiento dentro del rap que era el de salirse de las peleas y crear canciones. Y eso que decían era el trap. Ysy A y Duki ya estaban re activos tratando de avivar al resto y tiraban artistas que había que escuchar, como Kendrick Lamar. Y yo les hice caso. No voy a mentir: me puse los auriculares y en el camino a la plaza iba estudiando esos músicos que los chicos recomendaban. Ahí entendí que tenía que mezclar todo lo que ya sabía de música con mi capacidad de improvisación, y animarme a darle forma a eso en composiciones para crear mi música. Y salió esto, que es música urbana, sobre la base de lo que es este género llamado trap.
+Salís del trap y hacés música urbana. ¿Cuál es la diferencia para vos?
SK El trap se puede definir de varias maneras, y es como cada uno lo interpreta. Yo no me encasillo en ese género, porque creo que abarco más. Por ahí, las temáticas del trap son más afines a los excesos en sus letras -por el origen del estilo en el rap con artistas que vienen (literalmente) de la calle, y tuvieron experiencias fuertes-, mientras que mi música va por un lado más romántico. Después, queda en uno interpretar si estoy cantando o rapeando… Pero esa sería mi definición.
+¿Qué te inspira o de qué temas partís para crear tus canciones?
SK Todo nace del freestyle. Es lo que tengo en la cabeza en el momento, mis situaciones amorosas o lo que haya sucedido en el día. Parto de cualquier lado, y siempre comienza en una improvisación de algo que me esté pasando.+¿Cómo fue la experiencia de tocar en el Lollapalooza 2019, en un encuentro con un público tan masivo?
SK Fue un momento muy importante, porque fue mi primer gran show mío solo. Salir y ver una gran cantidad de público me sorprendió gratamente; no sabía con qué me iba a enfrentar a nivel público. Ya había hecho el show soporte de Daddy Yankee y Ozuna en GEBA con mucha gente mirando, pero esta vez, esa gente estaba eligiendo verme a mí, y cantando mis temas. ¡Fue un subidón de energía muy grande! Soy de la zona donde se hace el festival, fui a varias ediciones, y pasar de ir a ver artistas a ser uno de ellos, fue un sueño realizado.
+¿Qué novedades tuyas habrá pronto?
SK Está por salir un videoclip (que casi que parece una película) junto a Midel, que fue uno de mis mentores dentro de toda la movida del trap. El tema se llama “Si no fue así”, y estoy muy feliz de ya tener el video en mis manos y verlo materializado con tan buena calidad, que es algo a lo que apunto siempre. En especial, feliz de compartir un tema con este hermanito mío que me dio tanto y que gracias a él también estoy acá. Sale ahora dentro de poco, antes de fin de mes o principios de junio, así que estén atentos a mis redes, que lo anunciaremos por ahí. Después, se viene un 2019 cargado de sorpresas, pero todavía no puedo adelantar nada…
+¿Cuál es el próximo paso que te gustaría dar?
SK Quiero llevar mi show a otro nivel: perfeccionar desde mi performance hasta la escenografía, y todo lo que es la experiencia vivencial.
+Fuiste a México junto a adidas Originals para el lanzamiento regional de Nite Jogger, e hiciste un show en el evento. ¿Cómo fue la experiencia del viaje con la marca y tu presentación?
SK El viaje estuvo impecable; es la palabra que tuve en mente durante esos días. Fue impecable desde la producción hasta la aventura, el trato, el evento y el show. Una experiencia mágica. ¡Nos atendieron muy bien! Además, nos pasearon y nos llevaron a la tienda más grande de adidas Originals de Latinoamérica, para conocer modelos y colaboraciones inéditas. Sobre mi show, lo disfruté mucho, y se notaba que la gente también; me dieron una respuesta positiva. Había gente de muchos países de Latinoamérica; todos tirando buena onda, y los compañeros de Argentina cantando “Buenos Aires” súper emocionados conmigo.
+El modelo Nite Jogger es una propuesta de calzado para creadores nocturnos, que se inspiran con la noche. ¿Te identificás con este estilo de personaje?
SK ¡Me encanta esa idea! Cuando vi la silueta de noche entendí el chiste y me pareció excelente, porque siento que es un modelo para mí. Me las pongo, salgo a caminar de noche, a pensar en mi proyecto, pensar una letra y crear canciones.+
IT´S NEVER TOO LATE
Nite Jogger fue creada en 1976 para acompañar el entrenamiento de los corredores nocturnos (y de aquellos que suelen correr al amanecer), gracias a sus detalles reflectivos.
La versión 2019 suma mayor superficie reflectiva, incorporando además la entresuela Boost, la innovadora tecnología de adidas que vuelve extremadamente cómodo el andar. Con su nueva entrega, Nite Jogger se dirige a los creadores nocturnos, aquellos para los que Nunca es demasiado tarde y se inspiran en la noche para expresar su talento.+
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